Librarse del compañero pesado del trabajo: 7 trucos
Deshacerte de esa persona tan pelmazo es más fácil de lo que piensas
- Trucos para aprender a lidiar con el pesado de la oficina
En todos los trabajos, sea cual sea nuestro puesto y nuestro sector, no nos quedará otro remedio que convivir a diario con distintos tipos de personas. No todas ellas serán de nuestro agrado, siempre habrá gente que nos caerá mejor y otra a la que no soportaremos ni podremos ver ni en pintura. Sin embargo, hay que saber lidiar con esos compañeros que no hacen otra cosa más que obstaculizar y sacarnos de nuestras casillas ya que, de lo contrario, ir todos los días a la oficina puede llegar a convertirse en una verdadera pesadilla.
A continuación, te mostramos siete trucos para deshacerte del pesado de turno en el trabajo. ¿Te los vas a perder? ¡Son infalibles!
Trucos para aprender a lidiar con el pesado de la oficina
Decir que alguien es un pesado en el trabajo puede tener muchos significados: impertinente, caradura, lento, chismoso, que llama continuamente la atención, difícil de entender y de soportar, que no para de hacerle la pelota la jefe, que siempre se hace la víctima… Lo cierto es que rara es la empresa o la oficina en la que no hay alguien que encaja perfectamente en alguna de estas acepciones. Tratar con gente así es un incordio ya que pueden llegar a amargarte tanto la existencia que el simple hecho de ir a trabajar puede terminar convirtiéndose en un verdadero suplicio.
Desgraciadamente, no existe ningún truco de magia que haga desaparecer a los pesados, no obstante, sí que existen algunos consejos para que este problema no acabe haciéndose tan grande como el Himalaya. ¡Toma nota!
1 Directa y sincera
¿Tienes un compañero de trabajo pelma que no para de preguntarte cosas que no entiende o que según él no sabe hacer? No es que sea nuevo en la oficina, es que piensa que es mucho más fácil preguntarte directamente a ti cómo se hace o pedirte que le busques uno u otro documento antes que hacerlo él. Ante esta situación, ser directa y sincera es la mejor opción. Basta con que le respondas de forma amable y educada: “Disculpa, pero ahora mismo tengo muchísimo trabajo y no me puedo entretener contigo. ¿No has recibido tú también el e-mail dónde lo explicaban?” Pillará la indirecta al instante y nunca más volverá a molestarte con asuntos que él mismo puede resolver.
2 Recurre al teléfono
Ahí está. Ya viene hacia ti. ¿Qué batallita irrelevante te contará esta vez? Si no quieres tener que pasarte una o dos horas escuchando sus historias las cuales no te interesan en absoluto, debes sacar todas tus armas del bolsillo para evitarlo. Y en este sentido, la mejor artillería que tenemos a nuestro alcance en estos casos es el teléfono móvil. Cuando le veas acercarse a lo lejos, coge rápidamente el móvil y finge que te acaba de llamar alguien. Cuando te vea ocupada, no le quedará otra opción que darse media vuelta e ir a molestar a otro miembro del equipo. O algo todavía mejor: sentarse en su mesa y ponerse a trabajar.
3 La mejor respuesta es el silencio
Bla, bla, bla. Y más bla, bla, bla. En todas las oficinas está ese compañero pelmazo que no se calla ni debajo del agua. Lo peor viene cuando tú tienes millones de cosas y tareas que hacer y sus interminables historietas no te dejan concentrarte… A ti te dan ganas de tirarle a la cabeza la grapadora, el cuaderno o lo que tengas entre manos. Pero como la violencia nunca es la mejor alternativa, puedes contraatacar con el silencio. No hay nada mejor que optar por quedarse callada a modo de respuesta. Ignórale. Cerrará la boca al instante cuando vea que no le estás haciendo ni el mínimo caso.
4 Encuentra un cómplice
Es muy difícil tener que lidiar con el pesado de turno en el trabajo, pero más complicado resulta aún enfrentarse a esa dura batalla sola. Por eso, lo mejor en estos casos es encontrar cómplices que te ayuden a librarte del compi pelma cuando te moleste. Seguro que hay más gente en la oficina que no soporta a esa persona, así que alíate a ellos y diseña un plan. Podéis recurrir a una serie de señas para pedir ayuda: tocarse el pelo, descolgó el teléfono dos veces seguidas, dar varios toques en la mesa. Rápidamente vendrá otro miembro del grupo y te socorrerá: ¡Natalia te llama el director! ¡Natalia, reunión en la sala tres! ¡Natalia, tienes un paquete en recepción! ¿No te parece buena idea?
5 Todo por escrito
Hay un truco infalible para hacer que esa persona tan molesta en el trabajo deje de serlo: pídele todo por escrito. Cada vez que se acerque a decirte algo, dile que estás muy ocupada y que para que no se te olvide te lo mande por e-mail. Muy pronto se cansará de tener que escribirlo todo y ¡tachán! ¡Desaparecerá de tu vida como por arte de magia! ¡Bravo!
6 Haz que sea él el que huya de ti
Si ninguno de los trucos anteriores te ha funcionado para deshacerte del pesado de la oficina, ha llegado el momento de recurrir al plan de psicología inversa. Es muy sencillo: en este caso, tendrás que ser tú la pesada. Tendrás que transformarte en alguien muy pelma (convertirte en la hermana gemela de ese compañero al que no soportas) y no dejar de molestarle con tonterías y banalidades. Llegará un momento en el que sea él el que no te soporte a ti y huya despavorido. Entonces, podrás volver a la normalidad y la tranquilidad regresará a tu vida. ¡Funciona!
7 El baño, tu mejor aliado
¿Sabías que el cuarto de baño puede convertirse en tu mejor aliado en estos casos? Cada vez que esa persona pesada de la oficina se acerque a darte la plasta con alguna de sus historias, pon cara de urgencia y suéltale: “Perdona Pepito, tengo que ir al baño”. No tendrá excusa para dejarte marchar. Eso sí, cuando vuelvas tendrás que tratar de evitarle y no reencontrarte con él. ¡Ánimo!
¿Has utilizado alguna vez alguna de estas técnicas para deshacerte de un compañero pesado en el trabajo?
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