Cómo afecta el frío a la menopausia: atenta a tus puntos débiles

Hay personas que son muy sensibles a los cambios de estación y por eso se ven más afectadas cuando llega el otoño o el invierno. La verdad es que el frío puede agravar algunos de los síntomas de muchas enfermedades y lo mismo ocurre con los trastornos de la menopausia.

Claro que el frío del invierno puede ser un respiro para esos síntomas que prácticamente definen la menopausia, los sofocos, que se ven reducidos en intensidad en la temporada invernal. Pero hay otros trastornos de la menopausia que se ven agravados en invierno, por lo que debemos protegernos. Descubre cómo afecta el frío a la menopausia.

El frío agrava los problemas óseos de la menopausia

Uno de los trastornos de la menopausia más frecuentes y más graves es el debilitamiento óseo que se produce por la falta de estrógenos. Al entrar en la menopausia, se entra también en una etapa en la que debemos ser más cuidadosas con la salud de nuestros huesos, por lo que nunca está de más tomar suplementos de calcio para protegerlos.

Además de la tan temida osteoporosis, los problemas óseos también incluyen dolencias como la artritis y la artrosis, caracterizadas por el dolor en las articulaciones que se agrava con el frío y la humedad. Tratamientos y remedios caseros para estos problemas de los huesos hay muchos, pero cuando hablamos de la salud ósea, es mejor que el tratamiento lo supervise el médico.

Como con este tipo de dolencias no solo se ven afectados los huesos, sino también los músculos, la fisioterapia va a ser nuestra aliada, especialmente durante el invierno para relajar los músculos y evitar la pérdida de movilidad. Y no podemos olvidar un gesto tan sencillo como aplicarnos calor en las zonas más afectadas.

El frío agrava los problemas de la piel en la menopausia

Otro de los puntos que más se ve agravado por el frío es la piel. Aunque no se trata de un problema de salud y sin necesidad de vivir obsesionadas por el aspecto físico, la piel necesita unos cuidados especiales durante la menopausia, ya que la falta de estrógenos hace que la piel aparezca seca, apagada y sin elasticidad.

Nos encontramos de frente con el punto crucial del envejecimiento de la piel, cuyas consecuencias se hacen más evidentes con el frío. Para evitar la sequedad de la piel es fundamental poner especial énfasis en la hidratación, del cuerpo y de la cara. Conviene además, utilizar lociones o cremas con vitamina C para evitar la pérdida de luminosidad.

En cualquier caso, la piel sufre los estragos del frío, no solo en la menopausia, así que seguro que ya tienes unos cuantos remedios cosméticos para proteger tu piel del frío. El colágeno no deja de ser el aliado perfecto para combatir la falta de elasticidad, pero recuerda que para tener una piel espléndida los cuidados empiezan desde dentro con una alimentación equilibrada.

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