Somnolencia diurna: el insomnio que se manifiesta durante el día
Hoy te quedas dormida en cualquier lado. Estás agotada sin haber hecho ningún esfuerzo extra y sientes cómo se te cierran los ojos sin querer. Puede que hasta hayas echado una cabezadita delante del ordenador porque tus compañeros te han preguntado varias veces si te encuentras bien. Tal vez estés sufriendo somnolencia diurna como consecuencia de una mala calidad del sueño. Imagínate que tienes que llevar el coche en ese estado. Una consecuencia peligrosa del insomnio es la somnolencia diurna.
Causas y síntomas de la somnolencia diurna
Puede que lleves varios días sin pegar ojo, puede que te hayas despertado mil veces esta noche, puede que, aunque hayas dormido, tu sueño no haya sido reparador. Pero también puede ser que estés tomando algún medicamento que te produce la somnolencia. En cualquier caso, la somnolencia diurna se presenta como una sensación incontrolable y una necesidad imperiosa de dormir. En cualquier lado.
Algunas personas ni siquiera son capaces de reconocer que se quedan dormidas durante el día. Sí se dan cuenta de lo cansadas que están, de que necesitan más horas de sueño o de que deberían aprovechar mejor el sueño. Pero no son conscientes de quedarse dormidas porque las cabezadas que provoca la somnolencia diurna pueden ser muy breves y casi imperceptibles. Y ahí radica el riesgo.
La somnolencia diurna se manifiesta en forma de bostezos frecuentes e incontrolables, en visión borrosa, en dificultad para concentrarse, en cabeceos y en la necesidad de cerrar los ojos y dormir. Se puede presentar a cualquier hora, sobre todo si estás realizando tareas monótonas o que requieren poca actividad física, como ir en el tren, ver la tele, trabajar en el ordenador o incluso conducir.
Riesgos de la somnolencia diurna
Ese breve espacio de tiempo, ese instante en que te quedas dormida, no resulta peligroso si te pasa mientras estás viendo la tele. Incluso si te pasa en la oficina, puede resultar un tanto violento, pero sin riesgos. Sin embargo, si te ocurre mientras vas conduciendo, unos segundos con los ojos cerrados bastan para provocar un accidente de consecuencias imprevisibles.
Sin llegar extremos, la somnolencia diurna tiene muchas otras consecuencias que pueden afectar tu salud, como confusión, fatiga crónica, falta de atención, cambios bruscos de humor, aumento de peso, disminución de las defensas y más riesgo de ansiedad y depresión.
Por eso es tan importante evitar esa somnolencia diurna. Lamentablemente no hay un tratamiento específico para este problema, sino que lo que hay que solucionar es su origen, es decir, el insomnio. Revisar si duermes las horas suficientes o los motivos por los que no disfrutas de un sueño reparador es fundamental para encontrar el remedio a la somnolencia diurna.
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