Insomnio en ancianos: el ciclo del sueño en la tercera edad
Más del 50 % de las personas en la tercera edad sufren algún trastorno del sueño. Y todos tenemos en la cabeza la imagen de una persona mayor que afirma no haber pegado ojo en toda la noche. Así noche tras noche. No es cierto que los abuelos no duerman, pero sí es cierto que su sueño es menos profundo que en su juventud. Investigamos el insomnio en ancianos.
El sueño en la vejez
Todo lo que ya sabemos sobre el ciclo del sueño, sus fases y la calidad de ese sueño se transforma según va pasando el tiempo. O la edad. Si es casi imposible sacar de su sueño a un adolescente que duerme horas y horas plácidamente, a una persona mayor no le hace falta más que un pequeño ruido para despertarle e impedirle volver a conciliar el sueño.
Esto ocurre porque con la edad, las fases 3 y 4 del sueño, esas que son más profundas, se vuelven más ligeras, por lo que se incrementan los despertares durante la noche. Además, el estado de salud de la persona mayor también puede influir en esos despertares frecuentes que reducen considerablemente la calidad del sueño. Un estilo de vida sedentario, los diversos medicamentos y unos hábitos de sueño incorrectos también afectan al sueño en las personas mayores.
En cualquier caso, los ancianos necesitan, por lo general, menos horas de sueño nocturno. Algo que se compensa con el descanso diurno o las siestas que habitualmente se echan después de comer. Y esas cabezaditas mientras están viendo la tele también contribuyen a reparar la falta de sueño durante la noche. Debido a todos estos factores, las personas mayores deben tener aún más cuidado con su higiene del sueño si quieren evitar el insomnio.
Cómo evitar el insomnio en ancianos
Hasta ahora solo hemos tenido en cuenta los factores fisiológicos que alteran la calidad del sueño de los ancianos. Pero hay otro factor más, determinante a la hora del insomnio en la tercera edad, que es la soledad. La falta de actividades sociales es una de las principales causas de depresión en la tercera edad y, por lo tanto, una causa también de insomnio.
De esta manera, para evitar el insomnio en ancianos debemos actuar en diversos frentes como pueden ser la alimentación, el ejercicio físico y el control de la medicación. Además, los hábitos de vida tan sedentarios de la mayoría de las personas mayores no ayudan en nada a obtener la calidad del sueño deseada. En este caso, se recomienda toda la actividad posible durante el día para poder descansar durante la noche.
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