Aprende a meditar para combatir el insomnio

La mayoría de los problemas de insomnio surgen porque no podemos desconectar, del trabajo, de las preocupaciones, de las responsabilidades. Meterse en la cama y dar vueltas a lo que ha ocurrido a lo largo del día, el temor a lo que ocurrirá mañana y empezar a obsesionarse porque se avecina una noche más sin dormir es el coctel que el insomnio necesita.

Pero tenemos muchos recursos a nuestro alcance en forma de remedios o terapias para alejar ese nerviosismo que nos impide dormir. El objetivo es acostarse relajadas y eso es algo que podemos hacer con nuestros propias armas. La meditación sirve para llegar a nuestro interior y tomar el control de nuestros pensamientos. La clave para dormir está en nuestro interior y encontramos en la meditación un aliado perfecto.

Meditación para el insomnio

Si nos interesa la meditación para combatir el insomnio es porque pensamos que se trata de una técnica ideal para aprender a centrarnos y concentrarnos en lo que realmente nos interesa, que es dormir. Por medio de la meditación conseguimos liberar la mente de pensamientos que nos impiden dormir. Imagínate lo que sería meterte en la cama y poder accionar un interruptor con el que tu mente transitara por lugares plácidos, tranquilos y agradables en lugar de sentirla repleta de nervios y preocupaciones.

Es cierto que a través de la meditación podemos controlar nuestros pensamientos, por eso se presenta como una técnica muy apropiada para tratar también problemas de ansiedad o incluso la depresión. Y es que la meditación nos proporciona esos minutos o momentos que necesitamos para tomar contacto con nuestro interior, para encontrar ese estado de ánimo que necesitamos y para ser conscientes de nuestra verdadera situación.

Ejercicios de meditación para dormir bien

En contra de la opinión general, meditar no es una actividad exclusiva de las mentes preclaras, de excéntricos gurús, de ascetas o de expertos en psicología. Meditar está al alcance de todo el mundo a través de sencillos ejercicios que, eso sí, requieren práctica y constancia. El primer paso para aprender a meditar es rodearte de un ambiente tranquilo. Procura que nadie te moleste en tus momentos de meditación, elige un lugar tranquilo y agradable y ponte ropa cómoda.

Vas a trabajar tu mente, vas a llevar tus pensamientos a donde tú quieras llevarlos y para eso nada mejor que la visualización. Ayudándote de ejercicios de respiración profunda empieza a relajar los músculos de todo tu cuerpo. Puedes centrarte en ser únicamente consciente de cómo te vas relajando o, por el contrario, puedes visualizar algo concreto y hacerlo real en tu mente.

El ejercicio más clásico es visualizar una escalera y verte en ella de camino hacia un lugar que te proporcione sosiego. También puedes concentrarte en contar los escalones y en vez de olvidarte de los problemas, pensar en ellos de forma positiva, repitiendo alguna especie de mantra del tipo: "lo conseguiré" o "mañana se solucionará todo".

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