Cómo quitar la cera de los oídos: ¡olvídate del bastoncillo!

Pocas cosas hay más desagradables que ver un pegote de cera en una oreja desconocida. Pero, aunque parezca irónico, tener un poco de cerumen en el oído es bueno para la salud. Por el bien de tu oído, ¡olvídate del bastoncillo! Te contamos cómo quitar la cera de los oídos según los expertos.

¿Por qué debo desterrar el bastoncillo?

Los bastoncillos para las orejas se han convertido en uno de los utensilios más habituales en todas las casas. ¿Quién no tiene una cajita? Sin embargo, según los expertos, deberíamos empezar a desterrarlos, al menos para su uso en las orejas.

Cuando introduces un bastoncillo en tu oído estás empujando hacia dentro la cera y la suciedad que se pueda haber colado. Estas son las complicaciones que podrías provocarte:

+ Podrías sufrir algún tipo de infección en el interior de los oídos.

+ En los casos más graves, se podría llegar a dañar la membrana del tímpano.

+ Aún más desaconsejado está el uso de uñas, bolígrafos o horquillas para limpiar los oídos. Podrías causarte pequeñas fisuras o heridas en el oído que podrían llegar a infectarse. El otorrinolaringólogo Mike Dilkes, habla en The Guardian sobre la regla del codo: ‘No te metas algo más pequeño que un codo en tu oreja’.

+ Al empujar el cerumen hacia el interior con el bastoncillo, podrías estar provocando que se acumule en el interior.  

+ Pero además, los bastoncillos de plásticos también pueden llegar a ser un peligro para el medioambiente. Cuando los tiramos al inodoro, acaban convirtiéndose en residuos que llegan a los ríos y al mar causando un gran impacto. Por este motivo, Francia ha decidido prohibir el uso de bastoncillos con base de plástico a partir de 2020.

Por otro lado, hay otros procedimientos para limpiar los oídos que también podrían ser perjudiciales para tu salud. La asociación británica de Otorrinolaringología (ENTUK) desaconseja el uso del método irrigativo, en el cual se lanza un chorro de agua por el canal del oído. No se recomienda hacerlo en casa porque, a diferencia de cuando lo hace un experto, el usuario medio no tiene el control de la presión con la cual se expulsa el agua.

Por otro lado, los profesionales médicos advierten que el método de la vela encendida es aún más peligroso, ya que puede llegar a producir perdida de audición o quemaduras.

Cómo quitar la cera de los oídos

Lo primero es empezar a cambiar nuestra percepción de que la cera es algo sucio. El cuerpo humano es una de las máquinas mejor diseñadas, por lo que tener cera no es una casualidad. Según el blog de salud de la Universidad de Harvard, esta sustancia viscosa es un hidratante natural que ayuda a que no se reseque la piel del interior del oído.

Además, absorbe las células muertas, impide que entre polvo y suciedad y evita que bacterias y otros agentes infecciosos lleguen al interior del oído… Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el oído se ‘autolimpia’ y la cera tiene su función en este proceso. En general, no es necesario, por tanto, llevar a cabo ningún tipo de ritual de limpieza específico.

Pero si quieres limpiar las acumulaciones de cera, los profesionales recomiendan utilizar una toalla o gasa ligeramente humedecida utilizando el dedo. Debes hacerlo con cuidado y quedarte en la parte exterior del oído. El agua de la ducha se encargará de limpiar la zona externa de tu oreja.

Por otro lado, algunos profesionales de la salud aconsejan la microsucción para eliminar el exceso de cerumen. En este, se introduce un pequeño dispositivo que aspira la cera quitando los tapones que se puedan haber producido. Se trata de un procedimiento que realiza un experto. Para reblandecer la cera, el otorrino podría recomendarte unas gotas.

No dudes en acudir a revisiones periódicas con tu otorrino para evitar problemas.  

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