Técnicas de reconstrucción vaginal más demandadas: labioplastia y vaginoplastia

La recostrucción vaginal es un proceso por el cual mediante una operación, la mujer puede mejorar su aspecto estético o posibles problemas de salud. Los profesionales de la salud no recomiendan someterse a una operación tan compleja y delicada como es la reconstrucción vaginal si se realiza por mero placer estético.

Hay muchas operaciones relacionadas con la reconstruccióbn vaginal, pero sin duda las más demandadas a día de hoy son la labioplastia y vaginoplastia.  

Tipos de cirugía de reconstrucción de vagina

+ Labioplastia: este tipo de intervención se realiza para modificar los labios vaginales tanto los mayores como menores. Se trata de un tipo de cirugía mayoritariamente estética, esto se hace para modificar el tamaño y la forma de esta parte tan íntima de nuestro cuerpo. En el caso de someterse a una labioplastia de labios menores, estaríamos hablando de un tipo de de deformación, bien puede ser congénita o como consecuencia del paso de los años o los partos naturales. En este caso, la labioplastia se encarga de recortar y dar forma a aquellos labios menores que no se encuentren protegidos por los labios mayores, de este modo, esta intervención recortará el tejido sobrante, ya que para quienes lo sufren es molesto y doloroso. Este tipo de intervenciones suelen realizarse mediante una anestesia local, el periodo de reposo para incorporarnos a nuestras actividades normales será de un par de días, en el caso de uso de tampones y mantener relaciones sexuales, es recomendable, esperar entre 4 y 6 semanas. 

+ Vaginoplastia: se trata de la intervención mediante la cual se devuelve la tonicidad muscular a las paredes vaginales. Son muchas las causas por las que la mujer decide someterse a este tipo de operación, pero el embarazo, el envejecimiento y la obesidad son las principales. Para llevar a cabo esta operación, se estira el músculo de la parte posterior, se adjunta y acorta mediante suturas. La sedación suele ser la misma que en el caso de la labioplastia y el proceso de recuperación puede llegar a las 7 semanas. 

+ Himenoplastia: esta operación consiste en la reconstrucción del himen para devolverle su calidad de “mujer virgen”. Existen dos casos por los que la mujer se puede someter a una reconstrucción de himen: por haber sido víctima de abuso sexual o por razones culturales. En el segundo caso, se crea una membrana con irrigación sanguínea o, incluso, pueden incluir una cápsula gelatinosa de una sustancia simulando la sangre. 

+ Reducción del capuchón del clítoris: se trata de un capuchón o prepucio que recubre el clítoris, en la mayoría de los casos es redundante e interfiere a la hora de alcanzar una satisfacción sexual plena. La intervención consiste en seccionar la piel sobrante.

+ Amplificación del punto G: mediante la infiltración de ácido hialurónico se aumenta el tamaño de la zona, a 5 cm de la uretra, dónde se cree que se sitúa el punto G, haciéndolo más accesible y fácil de localizar, lo que se traducirá en un aumento de número de orgasmos y una intensificación del placer. 

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