El flujo vaginal en la ovulación

Algunas mujeres no le prestan atención a los cambios que el flujo vaginal sufre a lo largo del ciclo menstrual. Otras, en cambio, se preocupan si se vuelve más espeso, más claro o más oscuro. Sin necesidad de alarmarnos por cada variación, pero siendo plenamente conscientes de esas variaciones, convendría prestar un poco más de atención a nuestro flujo vaginal porque puede proporcionarnos mucha información.

Qué es la ovulación

El flujo vaginal es indicativo de en qué punto del ciclo menstrual nos encontramos y eso puede convertirse en una información muy útil para todas aquellas mujeres que están buscando un embarazo. De esta manera, si conocen cómo se presenta el flujo vaginal en el momento de la ovulación, tendrán más posibilidades de quedarse embarazadas.

La ovulación es el momento más fértil de la mujer y se produce cuando el óvulo sale del ovario en dirección al útero a la espera de ser fertilizado. Para saber el momento de la ovulación puedes fijarte en determinados síntomas como un dolor leve en el pecho, en el vientre y un aumento de la líbido. Y si quieres ponerle fechas concretas a tus días más fértiles, puedes basarte en el día de tu próxima menstruación. Entre los 12 y 16 días previos estarás ovulando y las posibilidades de embarazo son mayores. Ten esto en cuenta tanto si quieres quedarte embarazada como si no.

El flujo vaginal en la ovulación

Pero además de síntomas y fechas, que no siempre son muy precisas, especialmente si tu menstruación es irregular, hay un indicativo muy fiable de que estás en el periodo de ovulación, que es el flujo vaginal. La mayor parte del ciclo, el flujo vaginal es escaso, de color blanquecino y de textura pegajosa.

Se trata del flujo que proviene del moco cervical, que dificulta la movilidad de los espermetazoides para que lleguen al útero. Sin embargo, dos días antes de la ovulación, el flujo se vuelve más abundante, transparente y resbalazido. Muchas mujeres lo comparan a la clara del huevo y es el indicativo perfecto de que los espermatozoides tienen más facilidades para fecundar el óvulo. 

Así pues, ahora puedes estar atenta a todos esos cambios que se producen en tu interior durante tu ciclo menstrual. Empieza desde ahora a anotar cualquier variación relacionada tanto con el flujo vaginal como con tu menstruación, los diferentes síntomas y hasta el estado de ánimo. Ten en cuenta que puede ser una información muy útil para ti y para tu ginecológo.

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