Tipo de calzado bueno y malo para el dolor de espalda
Los zapatos que debes utilizar para evitar dolencias
- Lo que debes tener en cuenta a la hora de escoger el calzado que vas a lucir
- El calzado que NO debes llevar para evitar el dolor de espalda
- El mejor calzado para la salud de tu espalda
Escoger los zapatos ideales y perfectos para crear un envidiable look de 10 parece una tarea bastante complicada, ¿no crees? Solemos guiarnos más por su estética (el color, la forma que tienen, si combina o no con las prendas que tenemos en el armario…) que por su comodidad. Y eso es, indudablemente, un enorme fallo.
¿Sabías que la forma que tenemos de caminar puede afectar mucho nuestra propia salud? Sobre todo en lo que se refiere a la salud de nuestra espalda. Y en este sentido los zapatos que lucimos tienen mucho, mucho que decir. ¿Qué podemos escoger? ¿Tacones altos, zapatillas deportivas, sandalias planas, bailarinas…? ¡Tranquila!
En Diario Femenino queremos echarte una mano y que conozcas el tipo de calzado bueno y malo para el dolor de espalda. Como ya sabes no todo vale, así que vamos a intentar que tengas algunas premisas claras para que cuando acudas a tus tiendas favoritas puedas hacerte con los mejores zapatos para ti. ¿Empezamos?
Lo que debes tener en cuenta a la hora de escoger el calzado que vas a lucir
Antes de conocer el tipo de calzado que mejor se adaptará a tu cuerpo para evitar los terribles dolores de espalda, es importante que conozcas algunas premisas clave y comunes en todos los zapatos buenos para este tipo de patologías. Recuerda que lo importante es tu salud, y que una vez que pruebes los zapatos correctos lograrás reducir enormemente los dolores.
-La amortiguación necesaria: la utilización de plantillas en los zapatos puede ayudarte mucho a conseguir evitar el dolor de espalda. ¿Cómo es esto posible? Muy sencillo. Las plantillas son capaces de favorecer el confort y que el calzado se adapte mejor a tu pie.
-Calzado para proteger tus pies: unos zapatos demasiado abiertos tampoco son muy recomendables. La razón la encontramos en que, además de tener una postura correcta, es necesario proteger al pie de agentes externos que puedes encontrarte por la calle.
-La sujeción del pie: el calzado, además de proteger al pie, también debe sujetarlo correctamente. De esta manera evitaremos mantener una postura incorrecta al hacer demasiado esfuerzo muscular con la planta del pie.
-Evitar rozaduras y ampollas: siguiendo las dos premisas anteriores lograrás reducir los dolores de pie, las posibles rozaduras y las ampollas. Recuerda que si unos zapatos te provocan un dolor de pie andarás de manera diferente para evitarlo y, por tanto, el dolor afectará también a tu espalda.
-Suela firme y poco peso: un calzado que pese demasiado podría afectar también a tu musculatura, haciendo que haga un sobreesfuerzo. Además, la suela debe ser firme para que en cada pisada tengas un confort extra.
-Postura al caminar: cuando andas es importante que mantengas la espalda recta para que la columna vertebral no sufra en exceso. Recuerda que la postura al caminar dependerá en gran parte del zapato que lleves, así que atenta a todos los tips para escoger el más acertado y evitar así los dolores lumbares o de espalda.
El calzado que NO debes llevar para evitar el dolor de espalda
Una vez que hemos señalado todo lo que debería poseer el calzado para proteger tu salud, vamos a ver con detenimiento cuál es el calzado que NO es nada recomendable para tu espalda. Una pista: seguro que ya sabes que los tacones no son muy apropiados para ti… ¡Atenta!
+ Adiós a los tacones
Efectivamente, los tacones demasiado altos y demasiado finos dañan enormemente tu espalda. ¿La razón? este tipo de calzado hace que el pie se deslice hacia delante, empujando el peso del cuerpo sobre esa zona. La espalda quedará de forma arqueada, y los dedos de los pies sufrirán tanto que el dolor será mayor.
Los tacones excesivamente altos producen demasiada tensión muscular y la parte baja de la espalda se verá enormemente afectada debido a su reiterado uso. Además, esta tensión se puede trasladar a los músculos del cuello y de la cabeza provocando dolores en ambas zonas y, por otro lado, también a los de la rodilla o a la cadera.
En este sentido, si tu intención no es renunciar nunca a los tacones, debes saber que lo mejor es que apuestes por unos de taco muy ancho y de no más de 4 centímetros de altura. ¿Y si son altos? Evita ponértelos durante largos períodos de tiempo o tener que hacer grandes caminatas con ellos.
+ ¿Qué pasa con los zapatos demasiado planos?
Los extremos nunca son buenos, e igual que ocurría con los zapatos altos, el calzado excesivamente plano tampoco es demasiado apropiado para tu salud. La utilización de chanclas, sandalias o manoletinas no está del todo recomendada, y es por ello que durante los meses de verano aparecen muchas dolencias de pies o de espalda.
Solemos pensar que los zapatos muy planos son los más cómodos, y al principio esto es así. Sin embargo, al tener la suela demasiado fina y no tener ningún tipo de taco ni de pequeña elevación, es el pie el que impacta directamente contra el suelo. Y es ahí cuando aparecen las primeras dolencias.
Pero los dolores del pie se pueden trasladar muy fácilmente a la espalda por aquello de la postura que te contábamos unas líneas más arriba. El trabajo de los músculos es mayor y, en el caso de que no tengan demasiada sujeción, el tobillo tendrá que hacer un mayor esfuerzo ocasionando dolores de rodilla y en la parte baja de la espalda.
El mejor calzado para la salud de tu espalda
Dicho esto, ¿cuál sería el mejor calzado para nuestra espalda? Atendiendo a las premisas que te hemos contado al inicio del artículo, y teniendo en cuenta el tipo de calzado que debes intentar evitar, vamos a señalar algunas características clave para un buen calzado para tu salud.
+ Zapatos de tu talla
El primer (y más importante) consejo para escoger un calzado bueno para tu espalda es que precisamente ese calzado sea de tu talla. Es decir, que no te quede demasiado holgado ni demasiado apretado, y que no te sobren muchos centímetros pero que tampoco te falten. Un zapato de tu talla exacta evitará muchos problemas tanto de pies como de piernas y de lumbares.
+ Suaves y flexibles
En la comodidad está la clave del calzado para evitar el dolor de espalda, sobre todo si en tu día a día tienes que andar mucho o estar durante muchas horas de pie. También es importante que el calzado que utilizas para hacer deporte o para darte un paseo cuando más desees sea flexible, suave y se adapte a la perfección a tu pie.
+ La importancia de la suela
Otro de los puntos más importantes a la hora de escoger el calzado idóneo para tus pies es que la suela tenga algo de curva para evitar el dolor lumbar. Si falta el arco y se apoya todo el peso en los talones, la espalda sufrirá las consecuencias. Escoge un tipo de calzado en el que la suela esté un poquito elevada, que no sea demasiado plano y, además, que tenga una correcta sujeción de pie.
¡Y listo! Con estos sencillos pasos podrás empezar a escoger el calzado que mejor se adapta a tus necesidades para evitar esos dolores de espalda o lumbares que tanto están dañando a tu salud. ¡Elige bien tus zapatos!
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