Cifosis: causas y remedios más habituales

La cifosis es un anomalía de la columna vertebral que consiste en una deformación de su curvatura natural, haciéndola extremadamente pronunciada, especialmente a nivel de la zona dorsal o del tórax. Se trata de una de las patologías más comunes que tienen que ver con la columna y, dependiendo de cada caso concreto, es posible que presente consecuencias negativas para nuestro organismo como dolores en la zona o dificultades al respirar. También resulta plausible el escenario en el que no se presente de forma expresa ninguna sintomatología.

Causas del dolor de espalda por cifosis

El desarrollo de una cifosis en nuestra espalda puede disponer diversos orígenes si nos atenemos a las diferentes clases que se pueden presentar. Fundamentalmente existen dos tipologías que se tratan habitualmente en los centros médicos: la cifosis estructural y la cifosis postural. La cifosis estructural es la más compleja de abordar pues tiene que ver con problemáticas directas en la columna vertebral como es el caso de la cifosis congénita -desde nuestro nacimiento- o la cifosis de Scheuermann -el frente de la columna no crece al mismo ritmo que la parte posterior-. En el caso de la cifosis postural, como su nombre indica se debe a una mala higiene en las posturas que adaptamos tanto al sentarnos, al tumbarnos o al permanecer de pie.

Aunque como hemos dicho, la cifosis no siempre tiene por qué presentar secuelas a nivel físico, sí que es posible detectar ciertos denominadores comunes en cuanto a la sintomatología que suele acompañarla. Es el caso de anomalías tales como la fatiga, la diferencia de alturas entre los hombros, el dolor de pecho, la rigidez en los músculos isquitibiales, la sensibilidad y la rigidez en la columna vertebral y el dolor de espalda que se produce cuando ejercemos algún tipo de movimiento.

El tratamiento que recomiende el profesional médico va a depender siempre de la clase de cifosis que estemos padeciendo. En el caso de la cifosis congénita, la solución más habitual pasa por el quirófano. En cuando a la enfermedad de Scheuermann, normalmente se trata a través de técnicas de fisioterapia y el uso de un corsé, aunque en ocasiones también se recomienda la cirugía. En lo que respecta a la cifosis postural, basta con poner atención y corregir las malas posturas que estemos llevando a cabo.

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