Remedios caseros para las arcadas

La arcada es un término que se aplica, por norma general, para describir una situación en la que una persona es consciente de su incapacidad manifiesta para reprimir el intento involuntario de vomitar una vez que el contenido del estómago ya ha sido expulsado del mismo. Por tanto, el cuerpo sigue reaccionando a través de estos movimientos, a pesar de que no salga ya nada por la boca. Aunque con el tiempo esta sensación va desapareciendo por sí sola, es posible lograr controlar estos impulsos a través de la utilización de determinados remedios caseros, especialmente si se trata de una anomalía recurrente.

Frenar las arcadas con remedios caseros

Uno de los remedios caseros más eficientes a la hora de poner coto a la materialización de las arcadas redunda en la preparación de zumos de frutas. Una receta muy frecuente en el tratamiento de esta problemática dispone como principales ingredientes una manzana, un plátano y un vaso de leche de soja. Tan sólo tenemos que extraer el corazón de la manzana y licuar el resto de la fruta junto al plátano y la leche de soja. Para prevenir la incidencia descrita anteriormente, es preferible tomar este preparado por las mañanas, recién levantadas de la cama.

La infusión de jengibre resulta otra excelente alternativa casera a los tratamientos médicos de las náuseas y las arcadas. Hemos de añadir una cucharada de jengibre a una taza de agua hirviendo y dejarla reposar durante un período que oscila entre los diez y los quince minutos. Esta planta va a ayudarnos mediante la aplicación de dos propiedades diferentes. Por una parte, va a disminuir la actividad de los jugos gástricos y, por otra parte, reduce de forma palmaria los movimientos bruscos que padece el tracto gastrointestinal y que dan lugar a estas anomalías.

Beber una taza de té de canela todos los días supone un magnífico remedio casero para prevenir la aparición de estas molestas arcadas. Para su elaboración, tenemos que añadir media cucharada de canela en polvo en una taza de agua y, posteriormente, debemos dejar que la mezcla hierva durante unos diez minutos. Pasado este tiempo -y quince minutos más de reposo- ya podremos ingerirla directamente.

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