Dolor de estómago por nervios: causas y cómo evitarlo

El dolor de estómago causado por los nervios, que también puede conocerse con las denominaciones de gastralgia o neuralgia estomacal, es una dolencia que suele aparecer fundamentalmente en las mujeres y que tiende a estar relacionada con la función menstrual, con un exceso de estrés durante una temporada determinada o por una formación masiva de ácido clorhídrico en el área afectada. No se trata de ninguna patología que pueda calificarse médicamente como tal sino más bien de una serie de síntomas relacionados con el estómago que se presentan al unísono, desarrollando anomalías como hinchazón, indigestión o, incluso, modificaciones sustanciales en los hábitos intestinales.

Causas del dolor de estómago causado por los nervios

Aunque no siempre resulta sencillo de aceptar, es posible que el exceso de estrés sea el causante de un dolor de estómago. No sólo eso, sino que las emociones en general pueden afectar severamente al funcionamiento del sistema digestivo. Estados psicológicos tales como la ansiedad, la depresión, los nervios u otros trastornos mentales pueden dificultar los procesos relacionados con nuestro estómago. Algunos médicos redundan en la teoría de que el estómago de una persona muy nerviosa produce más ácido del realmente necesario dando lugar a anomalías que pueden devenir en frecuentes molestias en la zona.

El síntoma principal de las gastralgias es un dolor intenso que se produce, sobre todo, después de haber ingerido alimentos en alguna de las comidas principales del día. Aunque normalmente se manifiesta en forma de calambres, también puede presentarse como dolores agudos que convulsionan todo el cuerpo, llegando a producir molestias en el vientre, los costados, la espalda o los riñones. La neuralgia estomacal puede desencadenarse precedida de ardor en el abdomen, eructos y náuseas.

Dependiendo de los síntomas que dispongan de una mayor presencia, el médico de cabecera puede optar por prescribir unos medicamentos en detrimentos de otros. En los tratamientos habituales pueden incluirse fármacos para la diarrea, el estreñimiento o contra las náuseas. Si la causa principal es nuestro estado de nerviosismo, es posible que el facultativo llegue a recetarnos antidepresivos combinados con algún antiácido. También existen soluciones alternativas basadas en los remedios a base de hierbas como la menta, la manzanilla o el jengibre.  

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