Que el sol no te dé dolor de cabeza

La exposición al sol durante muchas horas puede conllevar consecuencias directas sobre nuestra salud y desencadenar fallos en los mecanismos corporales que regulan la temperatura. De esta forma, es posible que un organismo alcance los 45 grados y comiencen a aparecer los primeros síntomas de la insolación. Además, el calor del sol puede producir la dilatación de los los vasos sanguíneos del cerebro y, en definitiva, la generación de inoportunos y molestos dolores de cabeza.

Curar dolores de cabeza inducidos por el sol

Uno de los primeros síntomas que aparecen cuando nos hemos expuesto de forma prolongada a los efectos del sol es lo que en medicina se conoce como agotamiento por calor. Éste se manifiesta a través de vómitos, calambres e, incluso, falta de coordinación motora. Pero no sólo el efecto del calor puede generar consecuencias negativas para nuestra salud, el brillo del sol también puede llegar a irritar nuestros ojos causando fuertes dolores de cabeza. En estas circunstancias, si es un ambiente soleado y brillante lo que ha causado nuestra cefalea, lo más razonable resulta en acudir a un espacio más oscuro y fresco.

Un pequeño remedio casero lo podemos hallar en la toma de una ducha tibia, con la que podremos ayudar a nuestra piel a bajar su temperatura progresivamente. El uso de toallas frías colocadas en nuestra frente y ojos cuando descansamos así como un poco de hielo envuelto en una bolsa o trapo van a tener un efecto positivo de cara a eliminar la sensación de inflamación que sentimos cuando el sol nos ha inducido un fuerte dolor de cabeza.

Para futuras exposiciones tanto al calor como al brillo del sol, resulta recomendable tomar algunas preocupaciones que nos eviten la generación de dolencias de este tipo: mantenernos en la sombra cuando estemos en la calle y siempre que sea posible, utilizar un sombrero o gorra que ayude a desviar los rayos del sol y que sea lo suficientemente amplio como para que no someta a la frente a una presión extraordinaria, usar gafas de sol con cristales oscuros adecuadamente condicionados y reglados además de procurar la toma de bebidas frías cuando permanezcamos en ambientes soleados.

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