¿El uso de Google Glass provoca dolor de cabeza?

Las Google Glass resultan una de las grandes atracciones tecnológicas del momento. Mientras esperamos a que la propia Google anuncie tanto la fecha de lanzamiento como el precio que tendrá el producto en el mercado, surgen noticias que vinculan esta innovación con posibles problemas de salud que podría acarrear sobre el usuario. Algunas de las primeras personas que han accedido a probar las Google Glass se quejan de que éstas les producen dolores de cabeza. Información que la compañía norteamericana ha matizado, esgrimiendo que el producto se encuentra en una fase experimental.

Las jaquecas generan dudas sobre las Google Glass

Uno de los grandes divulgadores de las virtudes de las Google Glass, Chris Barret, ha sido la primera persona en asegurar la experimentación de dolores de cabeza tras la utilización continuada de este dispositivo. De sus palabras se desprende que, al igual que ocurre con la excesiva exposición a pantallas de productos tecnológicos como ordenadores, tablets o teléfonos móviles de última generación, la vista cansada resulta un factor determinante en la generación de migrañas y cefaleas.

Una de las principales problemáticas que plantea un dispositivo como las Google Glass es que la pantalla a través de la cual se accede a internet y al resto de sus aplicaciones va unida a un objeto como unas gafas. Producto que, como bien sabemos, muchas personas utilizan para regular sus problemas de visión, lo que puede potenciar el desarrollo de anomalías que estén vinculadas con la generación de jaquecas. Por lo visto, y siempre según la experiencia relatada por Chris Barret, el uso continuado de las Google Glass durante varias horas le provocaba molestias que aparecían acompañadas de fuertes latidos en la cabeza.

Los principales foros de usuarios de Google Glass están recomendando no utilizarlas durante largos períodos de tiempo de cara a evitar una fatiga visual que redunde en el desarrollo de fuertes dolores de cabeza. Aunque los rumores apuntan a que el dispositivo podría ponerse a la venta a finales de este 2014, lo cierto es que las dudas acerca de su viabilidad comienzan a acrecentarse, estando algunos de sus principales problemas vinculados a la salud de sus potenciales usuarios.  

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