Cómo se contagia la salmonelosis y cuáles son sus síntomas

La intoxicación alimenticia causada por la bacteria salmonella es el resultado de tomar o manipular alimentos que están contaminados con dicha bacteria, es decir, consumir o tocar alimentos que no se han manipulado con higiene, o bien que ya se hayan echado a perder. Cabe destacar sobre todo los huevos, la carne de ave, el pescado, la leche y los quesos no pasteurizados. 

Hay que señalar que la bacteria no se origina solo en alimentos crudos, los cocinados que no se refrigeran adecuadamente o que se dejan mucho tiempo en la nevera, también son susceptibles de contagiar al ser humano la salmonelosis. 

Mención especial necesitan las salsas caseras que llevan huevo crudo como es el caso de la mahonesa. Si la bacteria está presente en el huevo, no se destruye en el proceso de elaboración, puesto que se añade fresco a la salsa, pudiendo reproducirse así y dañar al intestino una vez es ingerido. 

Cuáles son los síntomas de la infección por salmonelosis

Los síntomas más comunes de salmonelosis son malestar general, dolor e hinchazón de estómago, diarrea, náuseas, vómitos, fiebre y dolor de cabeza. En ciertas ocasiones la infecciones alcanza al torrente sanguíneo llegando a ser muy graves sobre todo cuando se trata de personas mayores o muy jóvenes. Estos síntomas suelen aparecen de 6 a 72 horas después de que la infección ha sido contraída. 

Por lo general los síntomas desaparecen a los pocos días, no obstante se debe acudir al médico si son muy molestos o si se percibe falta de hidratación. 

¿Cómo evitar la salmonelosis? 

Aquí tienes unas recomendaciones generales, sencillas y muy fáciles de llevar a cabo para dar esquinazo a la temida salmonelosis:

1 Guarda en la nevera los productos frescos recién llegues a casa de la compra.

2 Cocina en su totalidad carnes, pescados y huevos y no los consumas una vez hayan caducado.

3 Si haces salsas caseras con huevo, mejor en invierno, nunca en verano para que el huevo fresco no pueda contraer la bacteria.

4 Procura que la comida cocinada que guardes en la nevera no esté mucho tiempo ahí, es mejor consumirla al segundo o tercer día.

5 Lávate con agua y jabón las manos cuando toques carnes y pescados crudos.