Hay salida para la timidez: pruebas para perder la vergüenza
Si ya estás sufriendo las consecuencias de ser tímida seguro que te gustaría vencer la timidez. Advertimos que dejar atrás la timidez lleva un tiempo y un proceso profundo de conocimiento de una misma, pero en ese camino puedes ayudarte de divertidas pruebas para perder la vergüenza que te harán constatar tus progresos.
Pruebas para perder la vergüenza y la timidez
No vas a dejar de ser tímida de un día para otro, porque es un proceso largo. Pero el camino hacia la sociabilidad no tiene por qué ser tan tortuoso como te imaginas. Tómatelo como un juego porque te proponemos algunas pruebas que te ayudarán a perder la vergüenza y la timidez.
1 La prueba del espejo. Antes de lanzarte a la calle sin un gramo de sentido del ridículo tendrás que prepararte en casa. Entre los ejercicios para vencer la timidez se encuentra uno de nuestros preferidos, que consiste en ponerte delante de un espejo y hacer muecas ridículas hasta que no puedas parar de reír.
2 La prueba del desconocido. Si eres tímida te habrás dado cuenta de que vas por la calle sin mirar a nadie, preferentemente mirando al suelo para no encontrarte con la mirada de nadie. Prueba a mirar a la gente y que la gente te mire, por ejemplo, en la parada del autobús o del metro. Mira a un desconocido y sonríe, luego sigue a lo tuyo.
3 La prueba de la reunión. Debes plantearte vencer tu timidez antes de que empiece a provocarte serios problemas en el trabajo. Ponte una fecha concreta para intervenir aunque solo sea un poco en una reunión de trabajo. Pueden ser solo un par de frases que prepares previamente en casa, pero procura que de la siguiente no reunión no pase. Tú también tienes algo que decir.
4 La prueba de la fiesta. Si las fiestas y demás eventos sociales te abruman y ya hace tiempo que tus amigas no cuentan contigo, es hora de que empieces a descubrir tus habilidades sociales. Oblígate a ir a una fiesta aunque solo sea un momento, mira a la gente de la fiesta y deja que te miren. El objetivo es conseguir participar en una conversación de alguno de los grupos de la fiesta. Una vez conseguido, puedes irte si aún te apetece esconderte en casa.
5 La prueba de la llamada. Hay un chico que te gusta y tu timidez amorosa te impide acercarte a él. Tu inseguridad hace que no te atrevas ni a hablarle y casi ni a mirarle. La prueba es que por una vez en tu vida tomes la iniciativa obviando el riesgo de ser rechazada. No hace falta que le llames, con enviarle un whatsapp amistoso habrás superado la prueba.
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