Cómo vencer la timidez al ir a baños públicos

Si nos proponemos vencer la timidez es porque a veces nos impide hacer las mismas cosas que el resto del mundo. Ser tímida implica vivir con una serie de limitaciones autoimpuestas que además de provocar mucha incomodidad no nos permiten disfrutar de los mejores momentos. Descubre cómo vencer la timidez al ir a baños públicos.

Cómo superar la timidez en los baños públicos

De la misma forma que algunas personas sienten la timidez en el gimnasio o en la playa o incluso en una reunión familiar, hay otras personas tímidas que se sienten incapaces de ir a un baño público. No podemos buscar un razonamiento lógico porque la timidez hace precisamente eso, entender la realidad desde un puto de vista bastante ilógico.

Se podría pensar que el rechazo a los baños públicos se origina en una sospecha de su falta de higiene, pero para las personas tímidas no es ese el motivo de su reticencia a utilizar los baños públicos. Se sienten observadas, se sienten indefensas y temen tener que establecer algún tipo de contacto social con otras usuarias del baño. Lógicamente estamos hablando de una timidez patológica.

Cuando las consecuencias de la timidez llegan a estos extremos como a la incapacidad para ir a un baño que no sea el propio, es necesario tomar medidas de urgencia. Con independencia de que se busque ayuda profesional o no, la mejor idea es recurrir al pensamiento positivo hasta lograr la convicción de que no vamos a dejar de hacer las cosas más básicas por causa de la timidez.

Y es que además de la incomprensión que se genera alrededor de la timidez, todos esos impedimentos pueden provocar el efecto contrario al deseado, es decir convertirnos en personas excéntricas de las que todo el mundo está pendiente para no provocar ninguna molestia.

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