Termofobia: ¿tienes miedo al calor?
El calor puede producir alergia, pero también fobia
- Qué es la termofobia
- Conoce las causas del miedo al calor
- Identifica sus síntomas
- Tratamiento del miedo al calor
El mundo de las fobias no deja de sorprendernos con situaciones prácticamente inevitables. A muchas personas les cuesta imaginar cómo es la vida de una persona que sufre alguna fobia, especialmente cuando se trata de fenómenos meteorológicos que no está en nuestra mano controlar. En esta ocasión hablamos de la termofobia o el miedo al calor.
Qué es la termofobia
La termofobia es el miedo al calor. Es una fobia especifica a una situación ambiental que, lógicamente, no tiene forma de controlarse o modificarse. Si hace calor, no puedes hacer nada por evitarlo y esto puede provocar problemas que van desde los conflictos laborales hasta el aislamiento social, sobre todo en época estival.
La fobia al calor se puede desarrollar en todas las partes del mundo, pero es especialmente conflictiva en los lugares con un clima caluroso o con estaciones bien definidas. En invierno, la fobia apenas se nota, a no ser por las altas temperaturas de los sitios cerrados con calefacción. Pero la llegada del verano, tan celebrada por la mayoría, se convierte en un auténtico infierno para las personas que sufren termofobia.
Conoce las causas del miedo al calor
¿Cuál es el origen de este miedo irracional e inevitable al calor? La mayoría de las fobias se desarrollan por un trastorno de ansiedad en el que la mente ve peligro donde no lo hay. La alarma se dispara ante situaciones que para otras personas son normales o incluso agradable.
Otra causa que puede provocar una fobia es haber sufrido una experiencia traumática relacionada con esa situación u objeto, en este caso el calor. Si alguna vez has sufrido un golpe de calor y lo viviste como una situación traumática, es probable que por condicionamiento conviertas ese recuerdo en una fobia.
A estos dos motivos habituales que generan las fobias, se le une en el caso de la termofobia motivos orgánicos o fisiológicos. Por algunas circunstancias particulares, tu organismo no se adapta bien al calor y eso hace que tu cuerpo lo viva como una situación peligrosa.
Identifica sus síntomas
A poca gente le gusta el calor excesivo y pueden sufrir mareos y sudoración excesiva cuando suben las temperaturas. Evitar las horas de sol no te hace tener miedo al calor, lo que diferencia a la fobia es la sensación de evidente temor ante el calor. El miedo, que puede llegar a convertirse en pánico es la prueba más evidente de que estamos ante un trastorno fóbico.
Lógicamente, la persona con termofobia experimenta los síntomas de ansiedad más habituales. Y a nivel psicológico, esta fobia supone un desgaste de la autoestima por los pensamientos de incapacidad y un deterioro de las relaciones sociales y laborales. Un día de playa, por ejemplo, no es una actividad que se pueda permitir una persona con termofobia.
Tratamiento del miedo al calor
Todos los miedos se superan enfrentándolos, lo que cambia son las estrategias. en el caso de la termofobia, la terapia de exposición gradual se hace necesaria pero, cuidado, porque el tratamiento de las fobias no es un experimento que puedas hacer en casa. Pide ayuda psicológica para garantizarte el éxito y la seguridad.
La terapia cognitivo conductual es la más utilizada para superar fobias, ya que va a la raíz del problema, encuentra el origen de ese miedo y trabaja los pensamientos, las emociones y la conducta a parir de ese origen. En cualquier caso, las terapias para tratar fobias como este miedo al calor suelen ir acompañadas de técnicas de relación debido a su relación con la ansiedad.
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