¿Son recomendables los tranquilizantes para aliviar el estrés?

El uso de tranquilizantes para reducir el estado agónico producido por el estrés o la ansiedad cada vez está más extendido, con los peligros que ello puede tener. Es necesario que no se abuse de este tipo de medicamentos dado que, en caso contrario, pueden tener algunos efectos secundarios. Por ello, para evitar que se produzcan tanto reacciones agresivas como episodios de confusión, dos de sus consecuencias más comunes, es necesario consumirlos correctamente. 

Para comenzar, es importante distinguir entre los tranquilizantes mayores, aquellos que son tanto neuroolépticos como antisicóticos, y los menores, más conocidos como los anti ansiedad. Ambos ayudan a combatir el estrés a diferentes niveles.

Es importante que sea un médico el que recete qué tipo de medicación tomar, ya que en caso contrario se pueden desarrollar síntomas muy negativos. Uno de estos, y quizá el más preocupante, es la alta dependencia psicológica que los que ingieren fuera de control estos medicamentes pueden llegar a desarrollar. Si se hace un uso abusivo, el paciente sentirá la necesidad de tomarlos constantemente, y en cantidades cada vez superiores para disfrutar de sus efectos relajantes.  

Recientemente ha habido un aumento en el consumo de medicamentos tranquilizantes al margen del control médico. Los especialistas atribuyen a el auge de estas pastillas a una vida laboral exigente e insegura, la soledad, la necesidad de restablecer los apoyos familiares y la falta de armonía en la convivencia como las principales causas.

Medicinas para reducir el estrés

Los profesionales médicos llaman la atención sobre la necesidad de no considerarlos curativos así como tener en cuenta que no son únicos tratamientos que existen para aliviar el estrés. Hay otras formas naturales para reducir los síntomas de este estado de nervios.

Una eficaz alternativa a los tranquilizantes son los remedios caseros. Las famosas infusiones de valeriana y tila consiguen relajar el cuerpo y la mente. Otros remedios naturales son las plantas medicinales como, por ejemplo, la amapola de California, el lúpulo o la hierba de san Juan.  Si aplicas gotas de aceites de esencias florales como la lavanda, rosa o geranio, puede ser beneficiosos para ayudarte a conciliar mejor el sueño. Otros recomiendan tratamientos como la acupuntara y la homeopatia para tratar problemas de nerviosismo y estrés.

En cualquier caso, la mejor opción es que acudas a tu médico para que te aconseje sobre qué es lo mejor para tu caso. 

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