La técnica del vaso de agua para combatir el estrés

De sobra conocemos los beneficios del agua en nuestra salud. Hidrata, mantine el equilibrio de los minerales en nuestro organismo, nos da vitalidad y preserva nuestra juventud. Todo eso lo consigue este líquido elemento fundamental en nuestras vidas y del que debemos hacer un uso abundante, pero sin excesos. El agua además, es símbolo de pureza y de armonía, pero lo que no sabíamos es que también puede ayudarnos a estar más relajadas, más concentradas, a encontrar el equilibiro y a eliminar el estrés.

El agua para la relajación

Y es que el agua viene usándose desde antiguo para calmar los males físicos y anímicos. Los antiguos balnearios (y los modernos) atraían a sus clientes gracias a las propiedades beneficiosas de las aguas termales, que sanaban tanto las enfermedades del cuerpo como las del alma.

Porque el agua no deja de ser uno de los elementos de la naturaleza que más pueden ayudarnos a encontrar el bienestar. Y los amantes de las técnicas de relajación saben lo bien que sienta para un momento de ansiedad, acercarse a un río, a un lago o a una fuente y escuchar el sonido tranquilizante del agua.

Así, se han puesto tan de moda esas pequeñas fuentes de inspiración Zen que puedes colocar en el salón de tu casa como un objeto decorativo más mientras te relajas escuchando el sonido del agua al caer. Un lujo al alcance de cualquiera que puede ayudarnos a calmar esos momentos de estrés y proporcionarnos sosiego.

La técnica del vaso de agua

Pero hemos encontrado una técnica para combatir el estrés cuyo elemento principal es un vaso de agua que nos ha llamado especialemente la atención. Tenemos que advertir, que si bien al principio parece un asunto más mágico que espiritual, la técnica utiliza únicamente nuestra capacidad de concentración, sin necesidad de hechizos.

La técnica consiste en llenar de agua un vaso de cristal. Al acostarnos cerraremos los ojos pensando en un problema concreto o en el estrés general que tenemos y decidiremos que vamos a resolverlo. Así, con esta propuesta a nosotras mismas de que vamos a encontrar la solución beberemos la mitad del vaso de agua y ya podemos dormir.

Al despertar, beberemos el agua que queda en el vaso, repitiéndonos que encontraremos la solución y, los que han probado esta técnica, aseguran que el estrés disminuye considerablemente por la fuerza de nuestra convicción. Parece ser que más que magia, es nuestra mente concentrada al máximo, ayudada por el agua, la que consigue que nos relajemos.

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