El paro y la crisis disparan el Síndrome de Ulises: en qué consiste

Ulises fue aquél héroe de la guerra de Troya protagonista de la "Odisea" de Homero. Los 20 años que pasó fuera de su Ítaca natal, los peligros que corrió tanto en la guerra como en su regreso a casa y la nostalgia que le invadió durante todo ese tiempo dejaron huella en su personalidad. Este Síndrome de Ulises no quedó enterrado en la época homérica, sino que está de plena acutalidad dada la cantidad de gente que tiene que desplazarse a buscar trabajo, o bien dentro de sus fronteras, o bien emigrar a otros países.

Quién sufre el Síndrome de Ulises

El Síndrome de Ulises se caracteriza por la tristeza, la angustia, la sensación de soledad, el miedo al fracaso y un estrés elevado que dificulta la adaptación. Principalmente lo sufren los emigrantes que tienen que dejar atrás su tierra, su familia y sus costumbres en busca de una vida mejor.

Hoy en día, este Síndrome está sumando casos debido a la necesidad de desplazamiento geográfico. La crisis ha hecho que miles de personas tengan que dejar sus hogares y trasladarse al extranjero en busca de trabajo. Aunque este Síndrome de Ulises también puede aparecer en aquellas personas que se trasladan de ciudad y no necesariamente de país.

El Síndrome de Ulises se manifiesta con síntomas como tristeza, apatía, insomnio, crisis de ansiedad y una serie de somatizaciones del trastorno emocional que puede ocasionar dolores musculares, dolores de cabeza, fatiga crónica y, en algunos casos puede llegar a la depresión.

Causas del Síndrome de Ulises

La aparición de este Síndrome en la persona desplazada deriva de la inseguirdad de un entorno nuevo, especialmente si estamos hablando de otro país. La persona se siente fuera de lugar, sin recursos para hacer frente a la situación, sin apoyo de familiares o amigos y la tristeza le paraliza de forma que no puede adaptarse al lugar.

Uno de los mayores problemas a los que tiene que hacer frente la persona que padece el Síndrome de Ulises es el sentimiento de culpabilidad. A pesar de haber optado por la emigración como un medio para mejorar la calidad de vida de su familia, el emigrante generalmente se siente culpable por haber abandonado a su familia. 

Aunque no todas las personas que se marchan lejos de su hogar padecen este Síndrome de Ulises, quien más y quien menos ha notado alguna vez la inseguridad que produce estar lejos de los tuyos, la melancolía y la sensación de soledad. Pero sobre todo, el miedo a fracasar en un proyecto que te ha llevado tan lejos.

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