Relación entre el estrés y el acné: ¿cuál es el tratamiento más útil?

¿Tienes acné y no sabes bien cuál es la razón? Son muchas las causas por las que las mujeres pueden sufrir erupciones en la piel, como granos o espinillas, tengan la edad que tengan. Y es que el acné es habitual durante la adolescencia, pero también pueden producirse en cualquier etapa de nuestra vida, siendo una de las causas más frecuentes el estrés y un estilo de vida poco saludable.

El estrés es algo que puede aparecer en la vida de cualquier persona y por cualquier motivo. ¿Conoces la relación entre el estrés y el acné?, ¿quieres saber cuál es el tratamiento más útil para este tipo de acné? En Diario Femenino te ayudamos a dar respuesta a todas tus preguntas.

Las causas del acné: ¿el estrés produce granos y espinillas?

El acné es una afección bastante común de la piel, por lo tanto, son muchas las personas que a lo largo de su vida pueden sufrirlo. Las causas de los granitos y espinillas pueden variar mucho de una persona a otra, por eso es importante ponerse en manos de médicos o dermatólogos, ya que serán quienes mejor te puedan ayudar según cuál sea tu caso.

Entre las causas más comunes del acné se encuentran los cambios hormonales, ya que pueden causar la producción de más sebo en la piel, lo que provoca una obstrucción de los poros. También destaca la genética o los productos para el cuidado de la piel que no son beneficiosos para tu tipo de piel en concreto.

Y otra de las causas es el estilo de vida, donde entra en juego el estrés. Pero el estrés no es causante de nada, sino el desencadenante de muchas patologías, entre ellas el acné. Y es que, cuanto más acné provoca más estrés desencadena, formándose así un círculo vicioso. Eso sí, no todo aquel que padece estrés tiene problemas de acné, igual que no todas las personas con acné sufren de estrés.

En este sentido, es importante saber que cuando estamos estresados nuestro cuerpo produce más hormonas. Una de ellas es el cortisol, que puede estimular las glándulas sebáceas de la piel y hacer que produzcan más sebo, grasa o sudor. Cuando hay demasiado sebo, según nuestro tipo de piel, los poros tendrán más facilidad para obstruirse haciendo que aparezcan granos.

Además, si te encuentras estresada o ansiosa, es probable que no te hayas preocupado de cuidar tu piel, ya que tendrás otras muchas preocupaciones en mente. Este puede ser un desencadenante del acné, ya que al no hidratar la piel como se debería o al descuidar su limpieza, pueden aparecer granitos y espinillas.

Es importante saber que el acné provocado por un desequilibrio hormonal o por estrés se puede diferenciar por la ubicación del mismo. Por lo general, en el acné común las lesiones se ubican en la línea media de la cara y del tronco, mientras que en el acné por estrés se pueden considerar otras localizaciones.

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Consejos para tratar el acné causado por el estrés

Existen muchas cosas que podemos hacer para ayudar a nuestra piel a combatir el acné. Sin embargo, si después de probarlas todas sientes que tu acné no desaparece o no se reduce, es esencial acudir a un profesional ya que podrá ayudarte con algunos tratamientos o medicamentos, o indicarte cuál es la mejor rutina para el cuidado de tu piel en concreto.

¿Quieres conocer algunos consejos que puedes poner en práctica desde el momento que quieras para combatir el acné por estrés? Vemos a continuación unos cuantos tips muy útiles que te serán de gran ayuda:

+ Reduce el estrés de tu vida

Por mucho que tratemos este tipo de acné con diferentes productos y técnicas, de nada servirán si no nos centramos en combatir o eliminar el estrés, ya que es la causa que ha originado este problema. Tal vez te resulte complicado deshacerte de este estrés, sin embargo, ten siempre presente que no es una tarea imposible.

Entre las muchas cosas que puedes hacer para que el estrés no afecte tanto a tu vida, una de las más efectivas es realizar algunas técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda. En este punto, también es ideal practicar algo de ejercicio físico, como por ejemplo salir a caminar o hacer yoga. Ten en cuenta que el deporte es muy beneficioso para eliminar del cuerpo grasas y toxinas acumuladas, entre otras muchas cosas.

Además, es importante disfrutar de actividades que te gusten o de tus hobbies, reservando un tiempo para ti y para tu autocuidado. Eso sí, si observas que el estrés no desaparece o te está afectando de más, es esencial pedir ayuda de un psicólogo/a, un profesional que te ayude a gestionar tus emociones y a enfrentarte de una mejor manera a los problemas de salud mental que puedas estar teniendo.

+ Cuida tu piel

En este proceso es esencial cuidar tu piel de la mejor manera posible. ¿Cómo hacerlo? Lo primero es incluir la limpieza diaria, al menos dos veces al día (por la mañana y por la noche, por ejemplo) con un limpiador suave y apto para tu tipo de piel en concreto.

También deberás hidratar la piel con una crema que no sea comedogénica es decir, que no obstruya los poros, y utilizar protector solar, aunque sea invierno u observes que no haga sol. Por otro lado, también es reseñable utilizar productos para el cuidado de la piel que tengan ingredientes activos para tratar el acné (por ejemplo ácido salicílico o peróxido de benzoilo).

+ Evita tocarte la cara de más

Es algo que todos hacemos y que, en realidad, no está bien hecho. Cuando aparece algún grano o espinilla, vamos corriendo al espejo para deshacernos de ella al momento, y aunque no tengamos un espejo cerca, nos tocamos la cara para quitarla cuanto antes. Y muchas veces el acné se produce por manipular continuamente los granitos, dispersándose a otras áreas sanas.

Es importante que sepas que tocarte la cara con las manos sucias, o no desinfectadas correctamente, y no quitarte los granitos correctamente puede ser peor. ¿La razón? Puedes transferir grasas y bacterias a la piel, lo que puede empeorar el acné considerablemente. 

+ La importancia de la alimentación 

Una de las cosas que podemos hacer para lucir una piel libre de granos y espinillas es cuidar la alimentación. Ten en cuenta que no solo hay que cuidarse por fuera, sino también por dentro. Existen algunos alimentos que empeoran el acné, como aquellos que están procesados, el azúcar o los lácteos.

Lo ideal, en este punto, es mantener una dieta equilibrada y saludable en la que se incluyan frutas y verduras frescas, proteínas magras y grasas saludables, entre otras. Recuerda también incluir en tu dieta alimentos ricos en Omega 3, así como en vitaminas A, C y E.

+ Duerme lo suficiente

Este es un consejo que te va a servir tanto para tratar el estrés como para tratar el acné. Siempre que te sea posible, necesitas dormir de siete a ocho horas cada noche para descansar bien, estar fresca para el día siguiente, para afrontar el día con más optimismo y con más ganas. Y en cuanto a la piel, dormir estas horas ayuda a la misma a recuperarse y a regenerarse.

+ Ten paciencia y sé constante

Parece un consejo muy básico, pero lo cierto es que es necesario tenerlo muy en cuenta. Tener paciencia en el proceso te ayudará a tener mejores resultados en el futuro. De nada sirve desesperarse en mitad del proceso contra el estrés y el acné, confía en que poco a poco irán desapareciendo los granitos de tu piel.

Por otro lado, la constancia en cuanto al ejercicio físico, el autocuidado y el cuidado de la piel, es esencial. Debes ser constante en mantener un buen estilo de vida y cuidar bien la piel con los productos indicados para ello. Recuerda que no debes abusar de los remedios caseros sin supervisión médica, y que nunca debes automedicarte. Ponte siempre en manos de un dermatólogo.

Y tú, ¿conocías la relación entre el estrés y el acné?, ¿sabes ya qué tratamiento seguir? Cuéntanos tu opinión en los comentarios, ¡te leemos!

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