¿Quién dijo depresión? La solución está en ti

No cabe duda de que la depresión es un trastorno emocional que necesita un tratamiento médico. Pero antes de que tu depresión se convierta en un problema de salud, pasas por un periodo de desánimo, de decaimiento y de tristeza que sí está en tu mano superar. Porque la solución a la depresión está en tu cabeza, te damos algunos consejos para protegerte.

Supera la depresión

- Superar un estado depresivo requiere mucho esfuerzo. Tendrás que llegar a tu interior, con una mirada honesta y comprensiva para descubrir esas reacciones, comportamientos y sentimientos que hasta ahora no te habías parado a analizar.

- Intenta encontrar la causa de tu depresión. Si es por algo concreto o se trata de un sentimiento general de insatisfacción o frustración vital. Si te sientes estafada por la vida, si la vida no es lo que esperabas, es normal que duela, pero recuerda que solo tú puedes elegir cómo quieres ser feliz.

- No pierdas de vista el objetivo principal, que es ser feliz. El resto de sueños y objetivos conviene analizarlos detenidamente porque muchas veces la depresión viene motivada por la "presión" de vivir la vida de los demás y de tener que cumplir los sueños y expectativas de los demás.

-Necesitas ser más generosa contigo misma. Si eres demasiado perfeccionista, si te exiges demasiado, si necesitas tenerlo todo bajo control, tienes más riesgo de depresión. La actitud que necesitas es aprender a perdonarte los errores, a no castigarte con la infelicidad y a no sentirte culpable por buscar sin descanso tu bienestar.

- No te vendría nada mal una buena dosis de adaptación. La naturaleza te puede enseñar mucho de los diferentes comportamientos adaptativos de los animales cuyo único objetivo es la supervivencia. Hay mucho que aprender. Cuando seas capaz de ver cuál es la situación real y sepas con qué recursos cuentas, podrás trazar un plan para salir de esta.

- De una depresión se sale con ilusión y esperanza. Debes creer en ti misma, en tu futuro y en tus posibilidades. Sin necesidad de demostrarle nada a nadie, porque lo más importante eres tú y tu felicidad.

- No dudes en pedir ayuda. Amigos, familia o profesionales pueden apoyarte, rodearte y abrazarte para que no cruces esa línea entre el estado depresivo y la depresión.

- Cree firmemente en tu éxito, en que vas a superar el desánimo y la tristeza. Puedes recurrir a libros de autoayuda, a escaparte y empezar de cero o simplemente acude a terapia psicológica.

- Sobre todo, relativiza. Relativizar es el secreto de la felicidad, pero hay que aprender a hacerlo. Nada es tan importante como parece, ninguna situación es tan tremenda como crees y cualquier problema tiene una solución posible.

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