La confusión como síntoma de depresión

De repente te encuentras totalmente desorientada, no sabes qué es lo que ibas a hacer y ni siquiera recuerdas lo que estabas haciendo. Simplemente te encuentras ahí, parada y paralizada sin saber qué es lo que tienes que hacer ahora. Esta situación es uno de los episodios más angustiosos por lo que puede pasar una persona y puede tratarse de un síntoma de depresión.

En cualquier caso, en el momento en que sufras un episodio de confusión, es necesario que acudas al médico para descartar cualquier problema neurológico o enfermedad importante. Pero si llevas un tiempo decaída, te sientes triste y con ganas de llorar, lo más probable es que esa confusión venga motivada por la depresión.

Confundida y deprimida

La confusión se define como un estado mental que te incapacita para pensar clara y rápidamente o, al menos, para pensar de la forma habitual. Esta sensación de confusión va a acompañada de desorientación, falta de atención, pérdida de memoria o indecisión, pero también de nerviosismo, ansiedad, angustia y pánico.

Una vez descartada cualquier enfermedad, la depresión puede provocar más de un episodio de confusión, algo que puede llegar a alterar más si cabe el equilibrio mental de la persona enferma, que no es capaz de analizar lo que le está ocurriendo desde una perspectiva realista.

En los casos más graves, la confusión puede llegar a provocar delirios y alucinaciones, por lo que es necesario un tratamiento médico y, en muchas ocasiones, un internamiento en el hospital. Lo cierto es que la confusión es uno de esos síntomas que pueden constituir un verdadero obstáculo para superar la depresión.

Consecuencias de la confusión en la depresión

Según el grado de confusión que padezca la persona enferma de depresión, sus consecuencias serán más o menos grave. Pero ya en los casos más leves se observa un miedo creciente a volver a pasar por esa situación que suele llevar a ataques de pánico. La angustia es el sentimiento más frecuente después de un episodio de confusión.

Pero también aparece una gran inseguridad, producto de esos momentos de indecisión. ¿Qué tengo que hacer?, ¿qué estaba haciendo?, ¿por qué no me puedo mover?, en definitiva, ¿qué es lo que ocurre?. Son preguntas que no solo generan inquietud sino también un gran temor a no poder superar la depresión.

Conviene aclarar que la confusión está también muy relacionada con otros síntomas de la depresión, como pueden ser el insomnio, el cansancio o la falta de concentración, pero eso no le resta ni un poco a ese componente de angustia que aparece tras uno de estos episodios de confusión.

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