Falsos mitos y leyendas: 'la depresión es hereditaria'

A pesar de lo que se ha creído durante muchos años la depresión no es una enfermedad hereditaria tal y como conocemos en la sociedad este concepto. Es decir, según la medicina aumenta la probabilidad de que se padezca depresión si ya anteriormente alguien de la familia lo ha padecido. Pero esto no se explica por genes, ni similitudes de parentesco, pues puede darse el caso entre un tío con depresión y su sobrino 30 años después padecer la misma enfermedad. Sí es cierto que cuando un padre o madre sufre la enfermedad las probabilidades de que sus hijos también lo hagan se elevan al 20%, si el parentesco es menor este porcentaje bastante. 

La depresión no es hereditaria

Esta enfermedad tiene muchos factores y causas previas, más allá de la herencia. Muchos factores de la vida del individuo son primordiales para entender esto, como por ejemplo: el estrés, el ritmo de vida o el propio aprendizaje. A esto hay que sumarle lo que una persona ha visto siempre en casa o en su entorno familiar, es decir,  si la persona que ahora lo sufre tenía un familiar que padecía depresión recurrente es mucho más fácil que este factor sea determinante a si sólo era una depresión aislada. A su vez, es más fácil que se sufra la enfermedad si hemos visto que un familiar la sufría desde muy joven. Tenemos que tener en cuenta que esto no se trata de herencia al 100%, sino de aprendizaje, de ver y acostumbrarnos a lo que vemos. 

Se habla de herencia, pero no de genética, ya que aún no hay estudios que hayan podido identificar cuáles son los genes que tienen un papel relevante en el desarrollo de esta enfermedad. Sí que se ha podido demostrar que a mayor neuroticismo de una persona mayor probabilidad de sufrir una enfermedad mental. Con este término nos referimos al grado de amenaza y preocupación con el que un determinado individuo vive el mundo. 

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