Consecuencias de la depresión: evita los riesgos y aprende de ello

La depresión es un trastorno de salud mental común; concretamente, hablamos de un trastorno del estado de ánimo. Según el Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria (Global Health Data Exchange, GHDx), se estima que en todo el mundo el 5% de los adultos padecen depresión. 

Y es que hablamos ya de la primera causa mundial de discapacidad, un trastorno que afecta a más mujeres que a hombres y que en el peor de los escenarios, puede llevar incluso al suicidio. Afortunadamente, hay tratamientos específicos para este trastorno, tanto a nivel psicológico como farmacológico. Pedir ayuda es fundamental en estos casos.

En Diario Femenino vamos a hablar sobre las consecuencias de la depresión, no tanto centrándonos en sus síntomas, que también, sino más bien en las consecuencias de no tratar un trastorno depresivo (es decir, de no pedir ayuda profesional) siendo necesario evitar riesgos y aprender de ello. También reflexionamos sobre el impacto de este trastorno a nivel social, y del estigma negativo que aún hay asociado a este tipo de problemática, con sus evidentes consecuencias a nivel psicológico.

Las consecuencias de una depresión no tratada correctamente

Las consecuencias de la depresión no tratada incluyen, principalmente, una exacerbación o intensificación de los síntomas  y/o una cronificación del trastorno. Además de los riesgos añadidos de acabar desarrollando sentimientos de desesperanza intensa (creer que nada va a cambiar) hasta ideas de muerte o intentos autolíticos y de suicido. Por ello es tan importante abordar la depresión cuando aparezcan los primeros síntomas, eso es, buscar ayuda social y psicológica de inmediato.

Más allá de lo mencionado, sabemos que entre las consecuencias de una depresión no tratada, se encuentran síntomas a cuatro grandes niveles o áreas: el área psicológica, social, física y cognitiva. En realidad, lo que suele ocurrir, como decíamos, es que se exacerban los síntomas iniciales de la depresión.

Consecuencias psicológicas

Así, a nivel psicológico por ejemplo, pueden intensificarse los siguientes síntomas

+ Sentimientos de tristeza (intensificación de los síntomas iniciales).

+ Sensación de vacío.

+ Ganas de llorar.

+ Falta de interés o disfrute en las actividades que antes sí se disfrutaban (anhedonia).

+ Apatía ("no tener ganas de hacer nada").

+ Desmotivación.

+ Sentimiento de soledad.

Consecuencias sociales

A nivel social ocurre lo mismo; los síntomas se intensifican y puede aparecer un riesgo de aislamiento. La persona no tiene ganas de salir, pero tampoco pide ayuda ni se relaciona con nadie (los vínculos se debilitan hasta desaparecer), lo que se convierte en un círculo vicioso.

Consecuencias físicas

Por su parte, a nivel físico los síntomas también pueden empeorar; en este sentido, los síntomas físicos habituales en la depresión son:

+ Alteraciones en el sueño (despertares frecuentes, insomnio…).

+ Aumento o pérdida del apetito.

+ Migrañas.

+ Dolores de barriga.

+ Tensión y dolores musculares.

+ Y, en definitiva, síntomas psicosomáticos diversos.

Consecuencias cognitivas

Finalmente, a nivel cognitivo, las consecuencias de la depresión no tratada pueden agravar problemas como las dificultades existentes a la hora de concentrarnos o a la hora de recordar, memorizar y aprender.

Según investigaciones como la de Galimberti y colaboradores (2020), los problemas cognitivos aquí (es decir, del pensamiento), pueden estar influenciados por diversos factores, entre los que se incluye la edad en la que aparece la depresión o la duración de la misma.

Otras consecuencias de la depresión que debes conocer

Es evidente que la depresión conlleva una serie de síntomas y que estos, si no son tratados, pueden cronificarse y/o empeorar. Y dar todas estas consecuencias que son bastante perjudiciales para la persona que las padece.

+ No salir de casa, una importante consecuencia de la depresión

Es frecuente que las personas deprimidas tengan dificultades para salir de casa, ya que se sienten sin fuerzas, desanimadas y decaídas. Pero, ¿qué consecuencias tiene no salir de casa, a largo plazo? Hay diversos estudios, por ejemplo en la Universidad de Colorado, que han demostrado que la luz solar nos sirve para regular nuestros ritmos biológicos (ritmo circadiano) y, en consecuencia, también los del sueño.

Y es que la exposición únicamente a la iluminación eléctrica podría aumentar el riesgo de sufrir trastornos del sueño, pero también ansiedad, depresión, obesidad y deficiencia de vitamina D. Por estas razones, los expertos recomiendan permanecer al menos 45 minutos al día al aire libre (preferiblemente durante la mañana), así como estar en contacto con la naturaleza.

Por otro lado, a nivel social, el hecho de no salir de casa también conlleva consecuencias. Y es que podría impactar en nuestras habilidades sociales. Además, el uso (y exceso) de las redes sociales e internet que muchas veces va ligado a ese aislamiento cuando pasamos por una depresión, pone en riesgo nuestras relaciones con los demás, además de impedirnos disfrutar de los pequeños placeres de la vida, más allá de las pantallas.

+ El estigma asociado a los problemas de salud mental

Pero más allá de ello, encontramos también las consecuencias del hecho de sufrir un trastorno mental a nivel social. Por ejemplo, sabemos que, desafortunadamente, aún hay un estigma percibido y público asociado al hecho de tener un problema de salud mental.

Lo vemos con este ejemplo; en ocasiones se habla de persona depresiva y no de persona con depresión. Contrariamente, si una persona padece cáncer (u otra enfermedad orgánica), se dice que tiene cáncer. De esta forma, la persona con un problema de salud mental queda reducida a su depresión, y deja de ser "alguien CON depresión". Y esto puede hacer mucho daño a nivel psicológico.

+ La creencia de que "nada va a cambiar"

Otra de las consecuencias de la depresión es la creencia, distorsionada y errónea, de que "nada va a cambiar". Y esto lo relacionamos con dos conceptos importantes en psicología: la desesperanza y la indefensión aprendida.

Cuando hablamos de desesperanza, hablamos, como su propio nombre indica, de "no tener esperanza" de futuro. Creer que las cosas nunca van a mejorar, que seguiremos siempre en ese pozo negro. Y cuando hablamos de indefensión aprendida, nos referimos al hecho de creer que nada depende de nosotros, y que hagamos lo que hagamos, nada cambiará.

Por eso, dejamos de actuar y nos sumimos en la pasividad. Y estos factores siguen retroalimentando otro de los círculos vicios propios de la depresión ("creo que nada de lo que haga hará cambiar mi situación, y por lo tanto, no hago nada", por lo que nada cambia).

Depresión y la importancia de pedir ayuda cuando la necesitas

Tanto si te acaban de diagnosticar depresión, como si ya hace tiempo que vives con este trastorno, ten por seguro que tu problema tiene tratamiento, y que puedes salir de él. Pero para eso, tienes que dejarte ayudar, y compartir lo que te ocurre, aunque sabemos lo complicado que es. Quizás puedes empezar por compartirlo con alguien de tu entorno cercano.

También es importante pedir ayuda a un especialista de la salud mental, un psicólogo o un psiquiatra que te acompañe en el camino de la depresión para lograr una mejoría, para que sepa guiarte y ofrecerte el mejor tratamiento según sea tu caso, y evitar las consecuencias antes mencionadas. Recuerda que no estás solo y que mereces pedir ayuda, así como sentirte acompañado en este camino. Verás como no te arrepientes si lo haces. ¡Te mereces estar bien!

Ahora que conoces las consecuencias de la depresión, ¿cuál es tu opinión al respecto? ¿Has experimentado alguna de ellas? Recuerda que puedes dejarnos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos encantadas de leerte!

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