Cómo evitar el desequilibrio emocional que te lleva a la depresión

Todas sabemos lo complicado que resulta en determinados momentos de nuestra vida encontrar el equilibrio emocional que nos permita sentirnos a gusto con nosotras mismas, con nuestra forma de vida y, por lo tanto, ser más felices.

Y hay mucha gente a la que incluso le gusta convivir con cierto desajuste emocional porque se siente más viva. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con que ese desequilibrio emocional no afecte tanto a nuestra salud mental hasta el punto de que pueda convertirse en una depresión.

Desequilibrio emocional y depresión

Cualquier desajuste emocional viene motivado o bien por causas fisiológicas que conviene tratar de inmediato, o bien por el entorno en que vivimos. El estrés, la competitividad, la presión social, el sentimiento de culpa, las elecciones equivocadas, etc. pueden provocar cierta inestabilidad psicológica.

Cuando no nos gusta nuestro entorno, cuando tenemos problemas labores, conflictos familiares, discusiones de pareja o cuando no terminamos de conocernos a nosotras mismas son frecuentes los cambios bruscos de humor. Pasamos en un momento de la amabilidad a la rabia, de la tranquilidad al nerviosismo o de la alegría a la ira y eso es hasta cierto punto normal.

Pero cuando esos altibajos en nuestras emociones dominan nuestro comportamiento puede llevarnos a padecer trastornos psicológicos más graves, como por ejemplo, la depresión. Una situación que debemos evitar a toda costa ya que las consecuencias de sufrir una depresión y no tratarla a tiempo o en la forma adecuada, puede complicarnos la vida y destruir nuestra familia.

Evitar la depresión provocada por desequilibrios emocionales

Lógicamente cualquier problema psicológico debe ser tratado por profesionales para impedir que nuestra vida se convierta en un camino doloroso de trastornos psíquicos y físicos. Pero hay algunas cosas que podemos hacer para evitar que los desajustes emocionales se conviertan en una depresión.

El primer paso es profundizar en el conocimiento que tenemos de nosotras mismas. Si somos capaces de descubrir las causas que nos produce el desajuste emocional podremos aprender a controlar nuestras emociones. Para ello conviene analizar los detonantes que nos provocan las diferentes emociones, cuándo nos enfadamos, cuándo nos sentimos sosegadas, cuándo se nos escapa el control o cuándo nos sumimos en la tristeza.

Aunque mucha gente no le da la importancia que se merece, el cuidado de una misma es fundamental a la hora de evitar una depresión. Mimarnos a nosotras mismas, prestarnos atención y regalarnos momentos de felicidad es tan importante para mantener la salud como cuidar de nuestra familia o ser la perfecta profesional. Porque si quieres que los tuyos sean felices, antes tienes que sentirte a gusto contigo misma.

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