Cómo afecta el cambio de hora a la depresión

Dos veces al año, en primavera y en otoño, nos quitan una hora para devolvérnosla después. El dicho popular "lo comido por lo servido", no es de mucha utilidad para todas esas personas que se ven afectadas por el cambio horario con síntomas muy parecidos a los de la depresión.

Este cambio horario, que en principio sirve para ahorrar energía y para aprovechar más la luz solar, produce efectos en nuestro organismo que van desde el cansancio o la apatía a agravar cualquier estado depresivo. Que solo se trate de una hora no debe menospreciar las consecuencias de este cambio al que algunas personas tardan en adaptarse varios días.

Efectos del cambio de hora en nuestro cuerpo

En otoño cambian la hora. Poco importa si esa hora es la que nos debían desde la primavera o no, porque nuestro organismo lo nota en forma de somnolencia, fatiga, desánimo, apatía y aumento del apetito. Ocurre que nuestro reloj biológico no acaba de creerse la necesidad de ese cambio de hora y le cuesta adaptarse a él.

El peligro es que este cambio horario se produce en una estación particularmente sensible a los trastornos emocionales, como es el otoño, algo que puede agravar considerablemente la depresión. Y es que también podemos notar molestias gástricas, irritabilidad, falta de concentración y ansiedad.

Parece ser que estos efectos negativos que notamos directamente en nuestro organismo tienen como origen la luz. La luz llega a nuestro cerebro para poner a trabajar a dos sustancias, la melatonina y el cortisol que son precisamente los que marcan los ciclos de vigilia y sueño y también los de actividad y letargo. Con el cambio horario, nuestro organismo sigue funcionando en base al horario lumínico y no en base al horario establecido.

Efectos del cambio de hora en la depresión

Esta relación de la no adaptación al cambio de hora con la luz solar explica por qué las personas con depresión se ven especialmente afectadas por el cambio de hora. Y es que la luz es fundamental para mantener un buen estado de ánimo, tal y como propone la terapia lumínica para combatir la depresión.

No solo los casos de depresión pueden verse agravados por este cambio de hora, también los de ansiedad y muchos otros trastornos emocionales. Hay incluso quien afirma que el cambio de hora es el responsable de muchos de los casos del trastorno afectivo estacional o la depresión estacional.

Los expertos no tienen la solución para que podamos adaptarnos más rápidamente a este cambio de hora, pero sí nos proponen mantener en todo momento un horario regular de sueño que será la base para no ver reducida la energía y para no alterar nuestro estado de ánimo.

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