Chocolate contra la depresión: ¿mito o realidad?
¿Chocolate sí o chocolate no? La mayoría de las personas recurrimos al chocolate en sus formas más variadas cuando nos sentimos decaídas, tristes, solas y hasta aburridas. Frente a este remedio natural contra el desánimo, se alzan voces que nos alertan de los kilos que vamos a ganar si seguimos con ese particular tratamiento.
Pero el asunto del chocolate y la depresión no es tan trivial como nos quieren hacer ver. La imagen del chocolate como estimulante del ánimo, como inyección de satisfacción o incluso esa otra como sustituto del sexo no es una leyenda urbana como nos quieren hacer ver. Y es que el chocolate es uno de los mejores antidepresivos naturales.
El chocolate como antidepresivo
Nuestro organismo es sabio y tiene sus propios mecanismos de defensa y sus propias necesidades. Por eso no podemos considerar los beneficios del chocolate sobre el estado de ánimo como un mito. Porque lo cierto es que muchas veces, es el propio organismo cuando se encuentra falto de energía el que nos pide chocolate.
La ingesta de chocolate está relacionada con un aumento de los niveles de serotonina, esa sustancia que en los casos de depresión brilla por su ausencia y que, gracias al chocolate vuelve a aparecer en nuestro cerebro proporcionándonos casi de inmediato una sensación de bienestar y satisfacción.
Además, el chocolate contiene unos alcaloides que actúan del mismo modo que la cafeína, aunque a menor escala, por lo que también podemos notarnos con más energía. Sin duda, una inyección de energía no viene nada mal para esos casos de depresión en los que la fatiga y la apatía nos impide movernos del sofá.
Cómo consumir chocolate en una depresión
No contentas con esta cantidad de beneficios del chocolate para combatir la depresión, esta delicia también contienen antioxidantes que refuerzan el sistema inmunitario, tan debilitado en una depresión, y previene enfermedades. Y desde luego, estamos hablando de un producto irresistible.
Con esta oda al chocolate como antidepresivo natural no queremos incitar a nadie a lanzarse a comer chocolate sin medida para prevenir o combatir la depresión. Su alto contenido calórico es evidente y debemos tener mucho cuidado con la alimentación cuando estamos sufriendo una depresión, ya que es un momento crucial en el que pueden aparecer trastornos alimentarios graves.
Lo ideal es tener al chocolate de nuestro lado y no en nuestra contra. Así que, sin dejar de lado ningún tratamiento para la depresión, ten siempre a mano unas onzas de chocolate que te devuelvan la sonrisa. Y de vez en cuando, cuando tu cuerpo te pida una alegría chocolateada regálate un delicioso postre. Que te sentirás mejor, eso seguro.
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