Problemas de autoestima y consecuencias de la baja autoestima

Quererse a una misma, aceptarse y valorase. Pero también saber reconocer los errores y aprovecharse de lo que nos enseñan los fallos. Ese es el ideal de autoestima, pero no siempre se alcanza y es entonces cuando surgen los problemas de autoestima. Tener un pobre concepto de una misma, verse en sentido negativo conlleva problemas de autoestima de graves consecuencias para nuestro bienestar.

Los problemas de autoestima más frecuentes

+ El primer y más obvio problema de autoestima es la infelicidad. Infelicidad e insatisfacción vital originados por una visión negativa de lo que nos rodea. Si todo lo hacemos mal, todo nos sale mal, por lo que nunca conseguimos nuestros objetivos.

+ Esta sensación de ineptitud nos lleva a una serie de problemas no solo en relación con nuestra personalidad, sino también a problemas laborales. Un bajo concepto de nosotras mismas nos resta productividad y eficacia en el trabajo.

+ La sensación de poca valía a su vez provoca inseguridad, que también se observa en todos los ámbitos de la vida. Pero el peligro de la inseguridad es que generalmente despierta esa alarma que se llama ansiedad.

+ Si además de no gustarnos, de no sentirnos válidas ni fuertes, debemos hacer frente a un trastorno de ansiedad, la sensación de confusión, de pérdida, de peligro, puede llevarnos a caer en un estado depresivo.

+ La pérdida de habilidades sociales es otro de los problemas de autoestima más frecuentes. Como personas inseguras y de escasas capacidades evitamos aparecer en sociedad, hablar en público, exponer nuestros puntos de vista y, por supuesto, somos incapaces de decir "no".

+ Especialmente preocupantes son los problemas de autoestima en la pareja. Porque la baja autoestima no suele llevarnos a una ruptura sentimental, sino a mantener una relación dependiente, destructiva y tóxica. Al fin y al cabo, nuestra idea es que ni nos merecemos, ni podemos conseguir algo mejor.

+ La pasividad es otras de las consecuencias de una baja autoestima. No nos atrevemos a actuar porque seguramente no lo vamos a conseguir y porque sabemos que el éxito no está reservado para nosotras. Algo haremos mal.

+ A medida que avanzan los problemas de autoestima, porque uno nos lleva a otro como en una especie de cadena nefasta, nos convertimos en personas sumisas que viven sujetas a la necesidad de agradar a la demás.

+ Y la hipersensibilidad muestra su peor cara cuando esa aceptación de los demás no se produce de la forma esperada y nos hundimos aún más en esa idea de que no somos dignas de aprecio, de consideración ni de respeto.

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