Complejo de Peter Pan: la eterna juventud no es el ideal

Laura Sánchez, Filóloga

Más las mujeres que los hombres buscan incansables el elixir de la eterna juventud. Sin embargo, son más los hombres que se niegan a crecer, a convertirse en adultos y asumir responsabilidades. El complejo de Peter Pan es uno de los complejos psicológicos más frecuentes y en nuestro diccionario de complejos te contamos todo lo que debes saber sobre este síndrome de Peter Pan.

El complejo de Peter Pan o cómo ser siempre un niño

Aunque a veces utilizamos el término del síndrome de Peter Pan a la ligera refiriéndonos a hombres inmaduros que se resisten al compromiso, lo cierto es que estamos ante un complejo psicológico y a la vez un trastorno emocional. Las personas que sufren este complejo se niegan a crecer, a hacerse adultos y a aceptar las responsabilidades que conlleva la vida adulta.

Las consecuencias de este complejo son muchas, desde la incapacidad para mantener un trabajo durante cierto tiempo hasta vivir en la soledad más absoluta, ya que son incapaces de establecer relaciones profundas de amistad o sentimentales. Las obligaciones, los compromisos y las responsabilidades no están hechas para estas personas con complejo de Peter Pan que sí son, en cambio, excelentes compañeros de diversión.

A nadie le gusta envejecer, a pocos les gusta hacerse mayores, pero la vida tiene unos tiempos que hay que respetar. Cuando una persona no acepta la edad que tiene se produce un desajuste emocional que deriva en este complejo de Peter Pan. No se trata de vivir siguiendo los estereotipos y encerrarte en una vida que no te gusta, sino de aceptar las responsabilidades que conlleva la vida adulta.

Cómo reconocer el complejo de Peter Pan

Todos conocemos la historia de Peter Pan, ese niño que nunca crece y que además puede volar. Pero no siempre sabemos cómo reconocer a un hombre que sufre este complejo y eso puede acabar por causarnos más de una debacle sentimental. Los hombres Peter Pan son especialmente dañinos en las relaciones de pareja, pero pasa un tiempo hasta que desvelan su verdadero problema.

Al principio puedes reconocer a un Peter Pan por ser el tipo más divertido que te has encontrado nunca, practica el carpe diem con maestría y sabe mejor que nadie cómo disfrutar el momento presente. Pero no le lleves más allá. Seguramente cambiará de trabajo constantemente y tendrá un millón de amigos o supuestos amigos. Será el centro de atención de todas las reuniones y desprenderá la ternura propia de un niño.

Con un hombre que sufre el complejo de Peter Pan tienes la intensidad de las emociones asegurada. Pero también puedes estar segura de que el peso de la relación caerá sobre ti. Tú le cuidarás, le atenderás y le amarás con tanta intensidad como él necesita mientras se mantiene ocupado mirándose el ombligo y cuidando su sonrisa permanente.

 

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