Acomplejada por comer mucho: no te castigues

Los complejos sociales vienen originados por la dificultad de romper ciertos estereotipos socioculturales. Y en esto las mujeres salimos perdiendo una vez más porque sobre nosotras pesan más estereotipos que sobre los hombres. El complejo de comer mucho es un ejemplo de la presión que se ejerce sobre las mujeres. Pero en nuestro diccionario de complejos te ayudamos a dejar de vivir acomplejada.

Cómo superar el complejo de comer mucho

Una mujer debe comer poca cantidad y a ser posible debe estar muy delgada, porque ese es lo que le corresponde a una delicada señorita. Así están las cosas aún por estos y otros lares y por eso muchas mujeres viven acomplejadas por un sinfín de preocupaciones que provoca el entorno social. Son los llamados complejos sociales y el de comer mucho es uno de ellos.

Porque hoy en día una mujer gorda vive acomplejada, pero también tiene un complejo esa mujer que, aún sin estar gorda, come mucho. Mucho respecto a lo que se espera de ella, cabe decir. En realidad, comer mucho o comer poco no deja de ser una cuestión subjetiva. Se debería comer la cantidad que te pide el cuerpo, porque él mejor que nadie sabe las cantidades que necesita para mantener la energía.

Hay personas que comen mucho, que comen los platos a rebosar y en algunos casos se considera una hazaña, como en el caso de los niños o de los hombres. Pero si es una mujer la que se llena el plato, ahí cambia la cosa y empiezan las preguntas ¿no estás comiendo demasiado? ¿no tienes miedo a engordar? Hay una buena forma de superar este complejo de comer mucho y es hacer caso omiso de las miradas reprobatorias de la gente.

Esto implica ser independiente, es decir, ganar seguridad en una misma y aceptar nuestra forma de ser y de comer. No todos los cuerpos necesitan la misma cantidad de comida, depende mucho del metabolismo y también de las actividades diarias que se realicen. Por eso decimos que el asunto de comer mucho o poco es muy subjetivo.

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