Cómo superar los complejos sociales: ¿a quién le importan los estereotipos?
La clave de una persona acomplejada radica en que se siente diferente. Esas personas que no acepan que salirse de la norma aumenta el grado de interés pueden empezar a sentir el peso de los complejos.
En nuestro diccionario de complejos también tratamos un tipo de complejos relacionados con la inseguridad que se produce en el entorno social. Porque además de físicos y psicológicos, también hay complejos sociales.
Cuáles son los complejos sociales
Como la mayoría de los complejos, los complejos sociales forman parte de los problemas de autoestima. Ser diferente provoca una gran inseguridad en aquellas personas que se sienten estigmatizadas por la sociedad cuando no cumplen con los estereotipos. Lógicamente, se trata de una percepción irreal de la situación personal provocada por un desorden emocional.
Los complejos sociales más frecuentes son el complejo de aburrida, el complejo de inútil, el complejo de mayor o el complejo de joven. También puede existir el complejo de tonta o el complejo de pobre. Todos ellos provocados por la no aceptación de las circunstancias personales. No falta quien tiene el complejo de comer mucho o incluso el complejo de fumadora.
Otro tipo de circunstancias vitales también puede convertir a la persona en acomplejada. Es el caso del complejo de no ser madre, pero también el complejo de ser madre soltera. Y hablando de soltería, hay muchas solteras que se acomplejan de su situación. Mientras que otras personas se sienten inferiores por no tener estudios, por ejemplo.
Cómo superar los complejos sociales
Está en nuestra mano superar todos aquellos complejos sociales nos hagan sentir mal, inseguras y diferentes. En primer lugar, hay que tener bien claro que ser diferente no es algo negativo, sino más bien positivo, ya que lo diferente siempre puede aportar una visión más. Debemos ser capaces de aceptar nuestras circunstancias personales y permitirnos sentirnos felices por ellas o a pesar de ellas. No son los demás los que estuvieron o están en nuestro lugar.
El segundo paso es dejar de ser tan dependiente de la opinión de los demás y formarnos nuestra propia visión del mundo. No hay por qué seguir los estereotipos, no hay por qué cumplir las normas sociales. Cuando consigamos ser más independientes y dejar de tener en cuenta el '¿qué van a pensar de mí?' empezaremos a darnos cuenta de que también podemos disfrutar de nuestra situación particular, de esa que nos hace 'tan' diferentes a los demás.
Superar un complejo social pasa por mejorar la autoestima y aumentar la seguridad en una misma. Lógicamente hay que llegar a ese punto en el que reconocer si lo que nos atormenta es producto de la inadaptación social o verdaderamente se trata de una situación que no nos gusta a nostras. Porque en ese caso lo ideal sería transformar esa situación.
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