La ansiedad de los niños en la noche de Reyes

Lamentablemente, la ansiedad también afecta a los niños, especialmente en las Navidades. En este caso, se trata de una ansiedad diferente a la de los adultos, motivada por los cambios en los horarios, las actividades familiares y la espera ansiosa de los regalos.

La noche de Reyes viene cargada de regalos, pero también de nervios y ansiedad para los niños que se meten en la cama tan exaltados y expectantes que les resulta muy difícil conciliar el sueño. Pero tenemos algunos trucos para tranquilizar a los niños la noche de Reyes.

La ansiedad de los niños en la noche de Reyes

Para cuando llega la noche de Reyes, los niños ya han pasado un par de semanas llenas de nervios, por lo que es muy frecuente que la ansiedad haga su aparición en forma de llantos, peleas o insomnio. Los cambios de horario por el periodo vacacional, los traslados, las visitas de familiares, las actividades navideñas y, sobre todo, los regalos, son una fuente constante de nervios para los niños.

Todos esos nervios acumulados durante la Navidad se manifiestan especialmente el día y la noche de Reyes. A la expectación por los regalos, si van a recibir los regalos que querían, si van a ver a los Reyes Magos o los propios nervios porque los Reyes no les encuentren despiertos se le suma la excitación de todo el trajín de la cabalgata, los camellos, los caramelos...

En esta situación es inevitable que aparezca la ansiedad, pero de nosotras depende que esa ansiedad de los niños no sea negativa, sino que sea un aspecto más de la ilusión y la magia con la que viven esta noche especial. Así, hemos encontrado algunos trucos para relajar a los niños antes de irse a la cama la noche de Reyes.

Cómo calmar a los niños en la noche de Reyes

El día previo a Reyes suele imponer un ritmo frenético para niños y adultos. Los niños andan todo el día nerviosos esperando la cabalgata de los Reyes Magos, presos de un nerviosismo inevitable. En el momento de la cabalgata, esos nervios se convierten en exaltación ante la visión de los Reyes, los pajes, los camellos, las carrozas y toda la gente que se congrega a su alrededor.

Con toda esa excitación es muy difícil hacer que los niños se duerman y, como ocurre en el caso de los adultos, lo que hay que conseguir es rebajar progresivamente el grado de excitación. Es muy importante llegar a la cama con un ánimo sosegado y eso se puede lograr si el niño se olvida un poco de todas las emociones del día.

A su favor está el agotamiento por todas las actividades del día. Y nosotras podemos ayudar a calmar al niño creando un ambiente relajado en casa, evitar las visitas familiares o alzar la voz y bajar progresivamente el ritmo del día. Una vez en la cama, leerles un cuento o contarle un anécdota propia relacionada con los Reyes Magos será el punto final para un día tan emocionante. Así conseguiremos que los niños se duerman ilusionados esperando los regalos, pero tranquilos y descansados.

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