Lady Di, la princesa de corazón real

Su historia fue el argumento perfecto para escribir ríos de tintas en las secciones de periódicos de todo el mundo, para inspirar algunos de los mejores best seller de la historia de la literatura, para dar vida a cientos de documentales y para dar pie a un sinfin de debates donde, a día de hoy, se sigue especulando sobre las distintas teorías que llevaron a su fatídica muerte un lluvioso 31 de agosto de 1997. 

Lady Di (fotos Gtres), una joven inocente e ingénua, tenía solo 20 años cuando contrajo matrimonio con Carlos de Inglaterra, 12 años mayor que ella. El enlace fue un gran evento a nivel mundial, seguido por más de 750 millones de personas. La catedral de St. Paul, en Londres, acogió el 29 de julio de 1981 este acontecimiento en el que se pudo ver a una princesa enamorada, contenta y radiante. Pero esta felicidad que mostraban sus ojos pronto se tornó en tristeza, solo rota por el nacimiento de sus dos hijos, Guillermo, apenas un año después del enlace, y Enrique, tres años más tarde de contraer matrominio.

Lady Di, la tristeza de sus ojos

Desde el primer momento, Diana de Gales se convirtió en un personaje mediático, siendo objeto de todas las cámaras. Su estilo, su forma de vestir, su entrega a las causas sociales más necesitadas rompía mucho con lo que hasta la fecha la realeza británica tenía acostumbrada a su pueblo. Y fue así, como poco a poco y sin quererlo, Lady Di se convirtió en la princesa del pueblo, en la reina de corazones, en el mito que hoy día sigue siendo para millones de británicos. 

Todo ese cariño que le mostraba la gente en cada una de sus apariciones no eran suficiente, algo iba mal de puertas para dentro y es que su relación con el que ella consideraba el amor de su vida no funcionaba, quizás porque Carlos de Inglaterra nunca llegó a olvidar a su gran amor: Camila Parker-Bowles. La relación entre Carlos y Diana prontó comenzó a desquebrajarse y a finales de los años 80 empezó a mostrar ciertas figuras que desembocaron primero en un distantacimiento y, posteriormente, en un divoricio. Fue el momento en el que Diana comenzó a explicar públicamente el motivo de su tristeza: problemas con la comida, infidelidades de su marido, escaso apoyo de la familia real, excesivo acoso de fotógrafos y paparazis...

Lady Di, un trágico desenlace 

Desde entonces una nueva vida se abría para Diana, una etapa en la que la Princesa de Gales estuvo volcada en la educación de sus dos hijos y en la colaboración con distintas organzaciones humanitarias. Así la pudimos ver con personalidades como Nelson Mandela, la madre Teresa de Calcuta o el Dalái Lama y apoyando la Campaña Internacional para la prohibición de las minas antipersonas por la que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1997.

En esta etapa también volvió a encontrar el amor en Dodi Al-Fayed. Se conocieron en 1986 en un partido de polo en el que participaba Carlos de Inglaterra, aún marido de Lady Di, pero fue una década después cuando sus vidas se volvieron a cruzar y, de la amistad inicial, surgió el amor, un amor que duró lo que dura un verano y que acabó el 31 de agosto de 1987 en un trágico accidente de tráfico en París. 

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