Piso de alquiler o en propiedad: pros y contras

El dilema sobre organizar nuestro hogar en un piso de alquiler o tener una casa en propiedad es habitual en determinadas edades o condiciones. No hay una regla mágica para decidir si comprar una vivienda (con hipoteca) es mejor que alquilarla, pero podemos ayudaros a valorar los beneficios y las pegas de cada una de las modalidades. Vamos a ello.

La economía del alquiler o la compra

Con la vivienda en alquiler no aumentamos nuestro patrimonio, no incrementamos nuestras pertenencias. Por lo tanto el dinero que destinamos al mismo lo disfrutamos pero no podremos recuperarlo.
En el caso de comprar la vivienda estamos adquiriendo un bien y podríamos venderlo más adelante obteniendo un beneficio, recuperando lo invertido o, quizás, perdiendo dinero si el mercado inmobiliario cae. Tenemos un riesgo como en cualquier inversión, pero el dinero puede volver.
En ambos casos habría que comprobar los tipos de interés de la hipoteca y las condiciones de la misma. Y desde luego comparar la cuota previsible en la hipoteca y los precios del alquiler.

La organización de nuestra vida

La compra de una vivienda y la consiguiente hipoteca nos van a ligar a la vivienda por mucho tiempo. Por lo tanto la flexibilidad de la solución es pequeña aunque podremos vivir en esa casa cuanto queramos.

En el caso del alquiler podremos desligarnos del compromiso con mucha más facilidad, aunque igualmente el casero puede no prorrogar nuestro contrato y obligarnos a cambiar de residencia.

Las reformas en alquiler o propiedad

 De manera general, en el caso de la vivienda en propiedad podemos realizar las reformas que consideremos oportunas dentro de nuestra vivienda, siempre y cuando no afectemos a elementos comunes. Si la vivienda tiene algún tipo de protección oficial es posible que debamos comunicarlo al organismo responsable de la Comunidad Autónoma. 

En los alquileres lo principal es revisar el contrato de alquiler que puede regular las reformas permitidas y quien asume el coste. Por lo general todas deben ser aprobadas por el arrendador y las de conservación o mejora correrán a cargo del casero.

Será una elección difícil, pero al menos ahora muchas cosas están más claras.

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