#RealFood: ¡únete al movimiento más saludable de la red!

Las decisiones que uno mismo toma acerca de lo que come y bebe son muy importantes. Seguir una dieta sana es fundamental para conseguir bajar de peso, prevenir ciertas enfermedades y reducir el colesterol, entre otras cosas. Y es que hoy en día cocinar se ha convertido en sinónimo de recalentar. Muchas personas prefieren consumir comida ya preparada que ‘perder el tiempo’ elaborando un plato con ingredientes de calidad. Por eso, frente a la oleada de comida rápida y procesada que esconde toneladas de azúcar y sal y que podemos encontrar en todas y cada una de las estanterías de los supermercados, ha surgido con fuerza un nuevo movimiento saludable: el #RealFood. ¿Todavía no has oído hablar de él? Hablamos con Carlos Ríos, nutricionista y  pionero del término ‘comida real’, quien nos explica qué es el #RealFood y por qué todo el mundo debería unirse a este movimiento saludable que triunfa en la red.

Qué es #RealFood

“RealFood es sinónimo de ‘comida real’, es decir, se trata de todos aquellos alimentos mínimamente procesados o cuyo procesamiento no ha empeorado la calidad de su composición”, explica Carlos. 

De esta forma, y en base a este definición, los alimentos reales se pueden dividir en dos grupos. El primero de ellos es el que hace referencia a los alimentos frescos, es decir, aquellos que no han experimentado ningún procesamiento o un procesamiento mínimo como la verdura, la fruta, los frutos secos, los tubérculos, las legumbres, el pescado, los huevos y la carne. El segundo grupo incluye los denominados “buenos procesados”, es decir, alimentos con un procesamiento beneficioso o inocuo para la salud. Aquí se podría incluir, por ejemplo, el aceite de oliva virgen extra, los lácteos de calidad, el chocolate negro >70%, algunas bebidas vegetales, las infusiones y el café. En este último grupo también entrarían las conservas, los congelados o ultracongelados y los alimentos reales ya cocinados y envasados al vacío, pero siempre y cuando no se haya añadido ningún ingrediente insano o el procesamiento haya empeorado la calidad del producto. 

Entonces… ¿son malos los alimentos procesados? ¿Hay que evitarlos? ¿Por qué?

Según nos explica Carlos, lo contrario a la comida real son los productos ultraprocesados. Estos productos son preparaciones industriales comestibles elaboradas a partir de sustancias de otros alimentos como, por ejemplo, la bollería, las bebidas azucaradas, las galletas, las pizzas, los nuggets o las barritas energéticas o dietéticas. Pero, ¿por qué hay que tratar de evitar este tipo de alimentos? Las dos razones principales son las siguientes: 

+ Largas listas de ingredientes: este tipo de productos no tiene realmente ningún alimento completo, sino largas listas de ingredientes. “Estos ingredientes suelen llevar un procesamiento previo, como la hidrogenación o fritura de los aceites, la refinación y extrusión de harinas o cereales, que hacen que sean perjudiciales para la salud. En su etiquetado es frecuente leer materias primas refinadas (harina, azúcar, aceites vegetales, sal, proteína…) y aditivos (conservantes, colorantes, edulcorantes, potenciadores del sabor, emulsionantes…)”, detalla Carlos.

+ Perjudiciales para la salud: los ultraprocesados son insanos y su consumo a medio-largo plazo está relacionado con la mayoría de enfermedades crónicas no transmisibles que matan a nuestra sociedad (enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades neurodegenerativas, diabetes tipo 2, hipertensión…) “La razón de que sean insanos es debido a que sus ingredientes alteran poco a poco las funciones vitales de nuestro organismo, como la regulación del azúcar en sangre, el apetito o la tensión arterial”, aclara el nutricionista. 

Consejos para seguir una alimentación basada en #RealFood

Te han quedado claras las desventajas de consumir productos ultraprocesados, ¿verdad? Pues si a partir de ahora quieres excluirlos de tu alimentación y seguir un modo de vida más saludable, Carlos te da estos consejos para llevar a cabo una dieta con alimentos reales:

+ Más mercado y menos supermercado: esto hoy en día es difícil ya que los mercados tradicionales prácticamente han desaparecido, pero básicamente se trata de comprar productos frescos y evitar los ‘pasillos de la muerte’ del supermercado, es decir, aquellos en los que se encuentra la bollería industrial, las patatas fritas, los postres o los dulces.

+ Leer las etiquetas: tampoco se trata de obsesionarse, pero leer la etiqueta de los productos que compras te puede ayudar a elegir con más criterio lo que comes. Un truco: si la etiqueta lleva muchos ingredientes y entre ellos están harinas, azúcares, aceites vegetales, sal y/o aditivos, se trata de un ultraprocesado.

+ Aprender a cocinar: cocinar nos garantiza llevar una dieta basada en alimentos reales con gran variedad. Cuando cocinamos somos nosotros los que controlamos la materia prima, por lo que nos aseguramos la calidad de lo que comemos. Por el contrario, los ultraprocesados suelen venir listos ya para calentar, abrir, servir y comer.

¿Te has convencido? ¿Te apuntas al movimiento #RealFood? 

Puedes leer más artículos similares a #RealFood: ¡únete al movimiento más saludable de la red!, en la categoría de Dieta sana en Diario Femenino.