Dieta rica y sana para el verano: los mejores platos contra el calor

La llegada del calor y el verano supone una modificación sustancial en nuestros hábitos alimenticios. Por motivos climatológicos, ya no nos apetece comer los mismos alimentos que en invierno, ya sea por su composición calórica o por el método utilizado para cocinarlos. Las altas temperaturas suelen venir acompañadas de ciertas tentaciones, sobre todo en forma de dulces y helados, pero ello no es óbice para, a partir de unas pautas muy generales, poder mantener nuestro cuerpo sano y en forma.

El primer objetivo a conseguir en la estación veraniega pasa por hidratar en mayor medida nuestro cuerpo. Por lo tanto, la combinación de alimentos va a variar en base a este elemento fundamental y, lógicamente, buscaremos aquellos productos que dispongan de un alto contenido en agua y en fibra, de forma que podamos mantener nuestro organismo nutrido e hidratado.

Caldos fríos, gazpacho y fruta: grandes remedios contra el calor

La dieta mediterránea supone uno de los ejemplos más ilustrativos de como las pautas alimenticias pueden modificarse según la estación del año y no perder ni un ápice de calidad nutritiva. Uno de los platos por excelencia de la dieta mediterránea es el gazpacho, elaborado con hortalizas como el tomate, el pepino y el pimiento, y aderezado con aceite de oliva, supone uno de los platos clave del verano al saciar muchas de nuestras necesidades nutritivas.

Y junto a la verdura, la gran variedad de frutas que encontramos en la estación veraniega puede suponer una gran alternativa a nuestra alimentación habitual ya sea en forma de postre, comida a media mañana, merienda o refresco. En nuestros supermercados de confianza podemos encontrar, durante estos meses, frutas como la sandía, la fresa, el melón, las ciruelas, los melocotones, el kiwi o las cerezas. Todas ellas resultan grandes opciones para combatir el calor e hidratar nuestro cuerpo a la par que nutrirlo.

Otras especialidades que pueden llevarse a cabo en verano pasan por la elaboración de sopas, cremas y caldos fríos. Aunque no son muy propicias para aquellas que seguís dietas de adelgazamiento, el ajoblanco malagueño y la vichyssoise son dos platos que tienen gran calado durante el verano.

Las ensaladas son las reinas del verano

Fáciles de preparar y de transportar, son muy útiles cuando queremos pasar el día en la playa o la piscina para disfrutar del agua y del sol. A las habituales mezclas de verduras y hortalizas, podemos añadir platos tradicionales como la ensalada de patata o la ensaladilla rusa. Aunque hay que tener cuidado dado su alto valor calórico, además del tipo de salsas que utilicemos para aderezarlas. Si practicamos ejercicio físico durante la mañana, pueden suponer un gran plato a la hora de recuperar nuestros músculos del desgaste al que los hemos sometido.

Como veis, las opciones son muchas y variadas para afrontar el verano con una alimentación sana y equilibrada  para que, de este modo, podamos contrastar y dejar atrás el gris y lluvioso invierno.

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