Comidas de Navidad que se pueden congelar: compra antes y ahorra más

Las comidas y cenas de Navidad suponen una preocupación extra cuando depende de nosotros hacer la compra de los productos. Preocupación por pensar el menú y preocupación doble por conseguir buenos productos sin pagar precios desorbitados (algo que parece casi imposible en estas fechas). Sin embargo, existen algunos trucos para no dejarnos un riñón en la compra y ahorrar sin renunciar a unos buenos platos, con buena comida y, sobre todo, de calidad. Saber elegir qué tipo de ingredientes puedes comprar con tiempo y congelar los alimentos que te lo admitan será una de tus mejores alternativas. En Diario Femenino te contamos cuáles son las comidas de Navidad que se pueden congelar. ¡Compra antes y ahorra más en tu menú navideño!

¿Qué puedo congelar antes de la comida de Navidad?

+ El marisco

Uno de los productos estrella de la Navidad es, sin duda, el marisco. Como es el más demandado, su precio se multiplica por el doble o el triple de su valor en estas fechas, por lo que cuánto antes lo compres, más ahorrarás. Hablamos de centollos, cangrejos, bueyes, nécoras o bogavantes que podrás dejar cocidos y preparados y despreocuparte de ellos hasta el día de Navidad. Solo tendrás que tener en cuenta que deberás cocerlos bien, con agua y sal, dejarlos enfriar y una vez fríos, congelarlos con film transparente en el congelador hasta el propio día de fiesta, que sacaremos y dejaremos descongelar a temperatura ambiente. 

Con respecto a las gambas, los langostinos, los camarones y los mariscos de este tipo se recomienda congelarlos crudos, sin cocinar, y sacarlos con el tiempo suficiente para que se descongelen a temperatura fría y podamos cocinarlos tranquilamente. Por último, debes tener en cuenta que no se recomienda la congelación en almejas, percebes, navajas y berberechos. 

+ El pescado

Otro de los grandes esperados en la cena de Navidad es el pescado. Da igual el tipo: desde rapes o doradas hasta merluzas o rodaballos. Al igual que el marisco, es un producto que multiplica su precio según se acercan las fechas señaladas. 

Además, existe otro motivo por el que es más que recomendable congelar el pescado con tiempo. Seguro que has oído hablar del anisakis: un parásito que vive en pescados frescos y sobrevive a las altas temperaturas, por lo que solo conseguiremos acabar con él congelando el pescado. Estos dos motivos son suficientes para que te hagas con este producto con antelación, lo limpies bien, lo laves, lo seques y lo prepares en trozos (o como vaya a ir presentado en la receta) y lo congeles. Mételo en bolsas de congelación y descongélalo a temperatura fría (en la nevera) con el tiempo suficiente para cocinarlo ya completamente descongelado. 

+ Embutidos

Los embutidos suelen ser otros grandes protagonistas como entrantes. Sin embargo, es importante destacar que no es recomendable congelarlos, pues estropearemos su sabor. Sí puede ser una pequeña solución si contamos con una embarazada entre las invitadas. La congelación del embutido a 20 ºC bajo cero durante 2 días o de 10ºC bajo cero durante 3 días acaba con el toxoplasma, por lo que puede ser una solución para no dejar a las embarazadas fuera de la cena. 

+ La carne

Si en tu cena o comida de Navidad vas a poner cualquier tipo de carne puedes empezar a comprarla desde ya. Tanto si son patas enteras, cochinillos, chuletillas o filetes, el máximo problema con el que te puedes encontrar es el sitio en el congelador, ¡pero nada más! No dejes que sea un problema. Colócalos en bandejas o en bolsas de congelación de forma que, cuando lo saques, solo sea dejarlo descongelar en frío y empezar a cocinar. 

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Consejos generales para hacer la compra navideña con antelación y conservarla perfecta

A la hora de congelar diversos alimentos, hazlo de forma separada e individual. Si decides comprar paletillas de cordero, envuélvelas con papel film y guárdalas en forma horizontal dentro del propio congelador. En el caso de los pescados, límpialos bien y ponlos bajo el chorro del agua para evitar que se sequen en el congelador. Acto seguido puedes envolverlos en papel film y conservarlos hasta el día de la comida o de la cena.

Si decides hacer algo de carne, en el caso de que sean piezas, puedes trocearlas y meterlas en pequeñas bolsas dentro del congelador. Si por el contrario son filetes de solomillo, puedes colocarlos en unas bandejas para que a la hora de cocinarlos estén perfectamente lisos y no doblados. 

Cuando saques los alimentos del congelador para cocinarlos, es aconsejable que los descongeles dentro de la nevera. Es por ello que es bueno que los saques 24 horas antes de cocinarlos, ya que de esta forma estarán perfectamente descongelados y conservarán todos sus nutrientes. Con estos consejos no tendrás demasiados problemas a la hora de congelar el género que quieras y disfrutar de todo su sabor y textura. 

¿Y a ti? ¿Te ha sido de utilidad este artículo? ¿Eres de las que compra las comidas navideñas con mucha antelación para ahorrar? ¡Déjanos tus comentarios, te leemos!

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