10 alimentos que no son tan buenos como parecen

Una alimentación rica y equilibrada es clave para llevar una vida totalmente saludable y evitar futuros problemas de salud. Hay unas serie de alimentos que tienen fama de ser buenos para el organismo, o que tienen aspecto de ser muy sanos, pero que en realidad no aportan esos nutrientes que tu cuerpo necesita. Toma nota de los siguientes 10 alimentos que no son tan buenos como parecen y que debes evitar en la medida de lo posible para no perjudicar tu salud.

¿Sabías que estos alimentos no son tan buenos como parecen?

1 La granola no es tan saludable

La granola tiene un aspecto de ser muy saludable, ¿verdad? Según una encuesta llevada a cabo por The New York Times, el 70% del público consideraba que la granola era muy 'healthy', pero solo el 28% de los nutricionistas admitiría esta premisa. Parece que es el desayuno perfecto para tu dieta, pero en realidad, consumida en exceso puede no ser tan sana. Podría pensarse que la mezcla de avena y nueces es saludable pero algunos fabricantes le incorporan una gran cantidad de azúcares añadidos.

2 Los zumos en la dieta

Existen varias categorías de zumos y néctares en el mercado según su forma de preparación y composición. Por ejemplo, algunos néctares, que se obtienen tras añadir agua a zumos de frutas a partir de concentrado y/o purés de frutas, pueden llevar azúcares adicionales más allá de los propios de la fruta. Te recomendamos que te informes bien antes de decidirte por un producto u otro. 

3 Los helados desnatados en la dieta

A pesar de que sean bajos en calorías como indican en los envases, algunos helados desnatados, y otros productos bajo la etiqueta de fat free, están elaborados de una forma industrial y contienen endulzantes nada beneficiosos para la salud. Por tanto, debes consumir con moderación este tipo de alimentos y fijarte bien en la etiqueta del envase para saber qué contienen. 

4 Los yogures de sabores y su nivel de azúcar

Ese tipo de yogures pueden llegar a contener altos niveles de azúcar, según el producto que compres. Lo más aconsejable es tomar un poco de yogur natural y dejar de pensar que es un producto aburrido. ¡Para nada! Puedes echarle frutos secos como nueces o almendras o trocitos de frutas como la fresa o la naranja. ¿Lo has probado con miel?

5 ¿Son saludables las barritas energéticas?

Las barritas energéticas reponen energía a base de azúcares, grasas y otro tipo de sustancias que pueden no ser demasiado recomendables para tu organismo si se consumen demasiado a menudo. En su lugar, puedes fruta natural o un puñado de frutos secos. 

6 Pan multicereal y su harina refinada

Ciertos tipos de panes multicereal están elaborados a base de harinas refinadas, por lo que pierden toda su fibra y nutrientes. Por lo tanto, es recomendable informarse del producto que estamos tomando y elegir el que más se ajuste a tus necesidades. Hay quien puede considerarlo pequeños sacrificios en la dieta, pero tu salud te lo acabará agradeciendo. 

7 Leche desnatada y tu organismo

Este tipo de leche es mucho menos calórica que la entera, sin embargo, aquellas que no están enriquecidas tienen menos nutrientes que tu organismo necesita. Teniendo en cuenta esto, es necesario pararse un momento a reflexionar qué tipo de leche queremos consumir. 

8 Las bebidas energéticas, con moderación 

Las bebidas energéticas aportan un gran número de azúcares concentrados y calorías, por lo que no son recomendables para su ingesta diaria. En ciertos momentos pueden ayudarte, pero su consumo demasiado habitual no hará ningún favor a tu salud. 

9 ¿Comes margarina?

La margarina es considerada por muchos como el producto milagro porque se posiciona como una alternativa sana a la mantequilla. Sin embargo, hay que tener cuidado con las posibles grasas trans. Debes optar por aquellas que tengan bajos niveles de grasa y que no afecten al colesterol. ¡Fíjate bien en la etiqueta del producto que estés tomando!

10 Ojo con el aceite de coco

El aceite de coco se ha publicitado como una alternativa sana a otro tipo de grasas pero, según la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés), este no tiene tantos beneficios. El 82% está compuesto por grasas saturadas, una cifra muy superior a, por ejemplo, el aceite de oliva.

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