7 consejos básicos para tu dieta si vas a empezar a hacer deporte

Siempre hemos oído que hacer ejercicio es bueno y tú lo sabes, aunque tomar el hábito semanal de hacerlo te cueste un poco más. Quizás ya has decidido que ha llegado el momento de ponerte y a eso le quieres sumar la dieta o una alimentación acorde. Como sabes, son los dos pilares que van relacionados a la hora de ponerse en serio con las rutinas de alimentación y ejercicio y su buena combinación hará que empieces a notar resultados enseguida.

No. Ya sabes que no es milagroso y que para seguir una alimentación estricta acorde con el ejercicio que estás haciendo, debes consultar a un dietista-nutricionista y, si está especializado en nutrición deportiva, mucho mejor. Sin embargo, hay algunos consejos básicos para tu dieta si vas a empezar a hacer deporte que en Diario Femenino vamos a contarte. ¡Toma nota!

Tips básicos para tu dieta o alimentación si vas a empezar a hacer deporte

1 Equilibrio y constancia

Como te hemos dicho antes, el ejercicio y la dieta no son algo milagroso que notes al segundo día pero, si tienes presente la palabra constancia, sí verás resultados muy pronto. Esto significa "sin prisa pero sin pausa". Debemos ser flexibles, no tiene importancia que un día elijas comer pizza con ingredientes poco saludables o tomarte una cerveza. Sin embargo, intenta comer sano el resto de días, evitando la bollería industrial, productos muy procesados ricos en azúcares o ricos en sal, elige cereales integrales, frutos secos, legumbres, introduce mucha más fruta y verdura... así conseguirás que tu alimentación sea de calidad, más saludable. Si logras que sea tu rutina (constancia), no pasará nada si un día no comes de una manera más saludable, porque habrás logrado un equilibrio.

2 No te saltes comidas

Es algo que habrás oído muchas veces, pero ¿es realmente necesario realizar 5 comidas al día? La respuesta es no, pues intervienen otros muchos factores. Pero sí es importante no saltarse comidas, reduciendo así la energía diaria ¡hay que comer! Primero porque así nuestro cuerpo mantiene el ritmo del metabolismo. Segundo, porque logramos saciarnos de tal manera que, cuando llegue la hora de comer o cenar, no quieras devorar todo el que se te ponga por delante.

3 Ojo con alimentos light

No te hinches a comer alimentos light porque muchas veces no son lo que parecen, algunos tienen ingredientes que dejan mucho que desear nutricionalmente. Igualmente pasa con los productos precocinados y ultraprocesados, congelados o no, que tampoco te ayudarán mucho. Como hemos dicho antes, alguna vez puedes "saltarte la norma" pero, en general, intenta que tus alimentos sean frescos y elaborados por ti.  

4 Con respecto al agua… 

Otra de las cosas que has oído es que hay que beber agua. Si estás acostumbrada a ello, ¡genial! Si no, ¡no te agobies! No sólo puedes beber agua, prepárate agua saborizada tipo limonada (intenta no añadirle azúcar), con hierba buena, rodajas de pepino, trozos de frutas… Si tienes cerca alguna de estas cosas te recordará que tienes que beber cada poco tiempo y, por supuesto, recuerda que a la hora de hacer deporte la hidratación ¡es esencial! 

En cuanto a los batidos de frutas como manera de beber agua no es tan recomendable. Lo ideal es consumir fruta entera que en batidos, ya que se suele añadir más de una pieza y son cantidades de fruta extra. Otra cosa es beber estos batidos después del ejercicio para recuperar. 

5 Reinventa las recetas

Comer sano no tiene que ser aburrido ¡ni mucho menos!  Estamos seguras de que hay miles de recetas que no son las típicas y que te encantarán. Busca ideas divertidas, experimenta con las técnicas culinarias, como salteados, papillote, wok, vapor… juega con las especias y los colores de los alimentos. Cuando le cojas el truco te acabará encantando cada plato que hagas y lo mejor será que ¡será supersano!

6 Una buena planificación es vital

Dedica un tiempo a la semana (o al mes, como te venga mejor), a planificar un poco las comidas. ¿Qué necesitas? ¿Tienes o hay que comprar? Así evitarás que, a la hora de ponerte a cocinar, te des cuenta de que no tienes los ingredientes necesarios y acabes tirando de cualquier cosa rápida.

7 El cuerpo es sabio ¡escúchale!

Aprende a escuchar lo que te pide el cuerpo y come cuando tengas hambre fisiológica y emocional. Con esto nos referimos a que, a veces, sin darnos cuenta, tenemos "caprichos" de ciertos alimentos o bien porque el cuerpo necesita energía, o nos salta el antojo y la urgencia de consumir un alimento que te puede dar placer instantáneo (suelen ser alimentos muy densos calóricamente y con sabores muy potentes), como pasa con el hambre emocional. A veces nuestro cuerpo nos pide cosas sin darnos cuenta y aprender a escucharlo (y también a educarlo) y diferenciar el tipo de hambre es fundamental. Si el hambre es emocional, tal vez deberías detectar la emoción que te impulsa a comer sin hambre de verdad

Si te ha interesado este artículo sobre la mejor dieta si vas a empezar a hacer deporte, no dudes en poner en práctica estos sencillos consejos y déjanos tus impresiones en los comentarios, ¡te leemos! 

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