Manicura spa: un masaje de descanso para tus uñas y manos
Cómo hacer un masaje de la manicura spa, paso a paso
- ¿Qué es la manicura spa?
- El masaje es un imprescindible de la manicura spa
La manicura spa es mucho más que solamente limarse y pintarse las uñas. Más bien, es todo un descanso para tus uñas y manos. En este frenesí en el que todo el mundo vive en la actualidad, es necesario encontrar ciertos momentos de relax para equilibrar el estrés. Apunta la manicura spa para disfrutar de un rato para ti en el que lo único que importa es tu relajación y felicidad. Te contamos cómo un masaje de descanso para tus uñas y manos puede ser muy beneficioso para tu salud.
¿Qué es la manicura spa?
Los tratamientos incluidos en la manicura spa son muy variados, aunque todos ellos tienen el mismo objetivo: que te relajes. Al mismo tiempo, se busca recobrar la salud de unas manos o uñas castigadas por la falta de hidratación y de cuidados diarios. Estas son algunas de las técnicas más habituales en la manicura spa que, aunque no siempre se aplican en su totalidad, sí que ayudan a lograr el equilibrio en la piel y son muy placenteras.
+ Inmersión en parafina
Una de las técnicas que se suelen utilizar durante la manicura spa es la inmersión en parafina. Cuando se introducen las manos en esta cera caliente y a través de la posterior aplicación de aceite, se mejora la hidratación de las manos y uñas. Tras este tratamiento, la piel de las manos está mucho más suave y tersa.
+ Piedras calientes
También son muy comunes dentro de la manicura spa las piedras calientes con las que se masajea la mano. Se suelen utilizar cantos redondos de origen volcánico dispuestos a diferentes temperaturas en puntos específicos de la mano. Gracias a las diferentes temperaturas, se estimula la circulación sanguínea y se proporciona una placentera sensación de relax. De hecho, esta técnica resulta tan relajante que, a veces, es suficiente su única aplicación para lograr una relajación total.
+ Exfoliación de las manos
Durante las manicuras spa también son habituales las exfoliaciones. Para exfoliar la piel, se utilizan productos que se frotan contra los antebrazos y manos para eliminar las impurezas y la piel muerta que se ha ido acumulando. Muchos especialistas en uñas prefieren utilizar productos naturales sobre la piel como sales o pequeños minerales, ya que de esta manera se evitan los químicos y demás sustancias que pueden acabar perjudicando la piel a largo plazo.
+ Máscaras de hidratación
Cuando los niveles de hidratación de las uñas y de las manos es muy bajo, se recurre a las máscaras hidratantes, que consiguen mantener la piel en buen aspecto y estado de salud. Estas, se extienden por toda la superficie de la mano, incidiendo más sobre las uñas, mediante un masaje suave. Para que las propiedades de estos cosméticos hidratantes penetren mejor, se suelen colocar una toalla o unos guantes calientes.
+ Tratamiento de cutículas
Después de estar segura de que has conseguido relajarte con los masajes, exfoliaciones y demás tratamientos, se aplica un eliminador de cutículas para llevar a cabo la manicura en sí. Es importante saber cómo trabajar con las cutículas (siempre buscando la hidratación) para evitar daños en las uñas e infecciones.
+ Corte y limado de las uñas
Tras eliminar las cutículas, se liman las uñas con la forma que más te guste. Redondas, cuadradas, terminadas en punta... Hay varias opciones que puedes probar según lo que estés buscando. Hay quien prefiere utilizar uñas postizas y se decanta por las de gel, porcelana o acrílicas.
+ Esmalte o manicura deseada
Una vez las uñas estén preparadas, ha llegado la hora de pintarlas. En primer lugar, se aplica una base de esmalte transparente a modo de base para evitar que los pigmentos del esmalte dañen tus uñas. Deja que se seque bien y, a partir de este momento, puedes dar rienda suelta a tu imaginación y hacerte los estilos de uñas que más te gusten. Desde creaciones uniformes con un solo color hasta el nail art más colorido con miles de formas distintas en cada una de tus uñas. Si eres más clásica, te contamos los secretos para una manicura francesa perfecta.
Recuerda: aplícate siempre dos capas de esmalte de color y, a continuación, un top coat transparente (mate, brillante o metalizado). Este te ayudará a sellar el esmalte para que dure más tiempo y a disimular las pequeñas imperfecciones.
El masaje es un imprescindible de la manicura spa
Quizá la seña de identidad de las manicuras spa son los masajes. Por eso, se suele recomendar la visita a un centro de estética para aprovecharse de todos sus beneficios y lograr el relax absoluto Solo de esta forma podrán utilizar las técnicas profesionales que más se adecúen a tu caso. Para realizar los masajes, el esteticista usa productos muy variados como el aceite de almendra, de jojoba, crema de aloe vera, sales minerales... Si se utilizan productos aromáticos, se convertirá en una experiencia que va más allá del tacto.
Pero, si te atreves y coges un poco de práctica, también puedes aprender a dar masajes a tus seres queridos en las manos y uñas.
Cómo hacer un buen masaje de descanso para tus uñas y manos
1 El masaje se puede acompañar de muchos productos según los resultados que se busquen. Por ejemplo, si se quiere exfoliar las manos, debes mezclar un poco de crema con azúcar moreno o sales, pero si quieres hidratar, utiliza una crema hidratante o un aceite corporal. Coloca una cantidad suficiente de producto sobre el dorso de la mano. Normalmente basta con una cantidad equiparable al tamaño de una nuez.
2 Con tus pulgares, empieza masajeando de arriba abajo el dorso de la mano. Sigue la forma de los huesos, al mismo tiempo que vas extendiendo el producto por toda la mano.
3 Continúa el masaje vertical dedo por dedo e incide en cada una de las uñas, sobre todo si lo que quieres es hidratar bien la piel.
4 Dale la vuelta a la mano y masajea la palma describiendo círculos amplios. Mueve los pulgares en diferente sentido para que la relajación sea mayor. Que no se te olvide masajear bien el final de la mano.
5 Para que el relax sea absoluto, continúa con el masaje más allá de la mano y sube por el antebrazo. Sigue con los movimientos verticales hasta llegar al codo. Si notas que te has quedado sin producto, puedes añadir un poco más a la piel evitando el derroche del mismo.
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