Los efectos secundarios de las lacas de uñas

La manicura se ha convertido en algo cotidiano para nuestra vida, sobre todo para la vida de las mujeres.

La moda del ‘nail art’, los diversos tipos de manicuras y la cantidad de colores que existen de cada esmalte, ayuda a aumentar la ‘adicción’ de pintarse las uñas. Pero ¿hasta qué punto es esto bueno?

Los efectos secundarios de los pintaúñas

Realizarse la manicura asiduamente, llegando a abusar de los esmaltes para cambiar de look, puede crear efectos secundarios perjudiciales para nuestras uñas.

Sin darnos cuenta, las uñas se debilitan y tienden a un color amarillento, nada estético ni saludable.

Al cambiar de esmalte de uñas de manera constante hace que nuestras uñas se dañen y sufran, tanto por los quitaesmaltes que contienen acetona como por los esmaltes o utensilios tipo cortacutículas.

Para evitar que nuestras uñas se vean afectadas, es recomendable retocar la laca de uñas cuando éstas se cuarteen, antes que quitarlas y volverlas a pintar. De esta forma no tendremos que pasar por el proceso de la acetona.

Con respecto a los esmaltes, la mayoría de ellos contienen sustancias tóxicas. Por lo tanto recuerda que debes pintártelas en un ambiente abierto, ventilado, para no respirar demasiado el olor que desprende este producto.

Una de las sustancias tóxicas más conocidas de las lacas de uñas es el DBP. Esta toxina puede llegar a producir problemas en el riñón y, además no es recomendable para mujeres embarazadas.

También podemos encontrar Tolueno. Se trata de un químico líquido transparente que afecta a la función del sistema nervioso central. Una exposición abusiva al tolueno puede causar fuertes dolores de cabeza, fatiga y mareos.

El formaldehido, otro ingrediente que incluye la laca de uñas, puede causar tos e irritación de garganta y, si entra en contacto directo con la piel, es probable que se produzca irritación y erupciones.

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