Tipos de pieles y su cuidado: consigue una piel sana, joven y bonita

Cuidados básicos para la piel mixta, sensible, normal, seca...

Almudena Rubio, Periodista
Revisado por Mabel Amen, Dermatóloga
En este artículo
  1. Los tipos de pieles más comunes
  2. Cuidados básicos para conseguir una piel sana, joven y bonita

La piel puede ser considerada como una carta de presentación. Algo que tienden a corroborar los especialistas en dermatología, dado que es posible afirmar que este órgano humano puede ser un reflejo bastante exacto de nuestro estado de salud. Son múltiples los factores que pueden presentarse como agentes agresivos frente a una pretensión de mantener una piel sana, joven y bonita. Por ello, siempre que tengamos como objetivo tratar cualquier anomalía relacionada con la salud de nuestra piel, va a resultar esencial la determinación eficaz de la tipología de piel que disponemos. Te contamos cuáles son los distintos tipos de pieles y sus cuidado básicos, ¡toma nota!

Los tipos de pieles más comunes

+ Piel normal

Es posible reconocer la piel normal de forma sencilla debido a su correcta hidratación y su textura compacta. Se trata de un tipo de manto dermatológico que suele preocuparnos a medida que los cambios naturales que experimenta nuestro cuerpo con el transcurso del tiempo hacen efecto. Por sus características intrínsecas, no necesita más que los cuidados básicos tales como la limpieza, la tonificación, la crema nutritiva por la noche y la crema de día.

+ Piel seca

Podemos detectar una piel seca cuando se presenta falta de brillo, con tendencia a descamarse y dada a materializar poros finos. Al no producir la suficiente grasa, es posible que comiencen a aparecer arrugas de forma prematura e, incluso, irritaciones ocasionales. Los cuidados habituales para esta clase de dermis pasan por las cremas hidratantes siempre que sean nutritivas, tensoras y de textura leve. También resultan útiles las cremas ricas en vitaminas, ácido glicólico y retinol.

+ Piel grasa

Por su parte, la piel grasa se presenta con un tono brillante y acompañada de poros que tienden a un exceso de dilatación. Es la clase de dermis más propensa a generar espinillas y acné si los cuidados son escasos o ineficientes. El tratamiento más adecuado pasa por aquellos productos que aportando hidratación también la proteja, como es el caso de los seboreguladores. La exfoliación y la utilización de mascarillas purificantes van a suponer, además, excelentes agentes de control del exceso de producción de lípidos.

+ Piel mixta

En el caso de que dispongamos de una piel mixta, los dermatólogos recomiendan que efectuemos su limpieza con tratamientos específicos de dermis grasa, siempre y cuando usemos cremas hidratantes orientadas para pieles normales.

+ Piel sensible

Existe una tendencia creciente entre las mujeres a disponer de una piel sensible. Puede detectarse con cierta facilidad debido a que presenta irritaciones a causa de la dilatación anómala de los vasos sanguíneos capilares. Dado su carácter especial, requiere un cuidado específico, ya que resulta un tipo de una piel que puede envejecer prematuramente, además de presentar molestias tales como descamación, tirantez o picores. Es recomendable aplicar tratamiento descongestivos como mascarillas naturales de manzana o tónicos elaborados con agua termal. Las pieles sensibles pueden ser, a su vez, normales, grasas, secas o mixtas, por lo que deberemos recurrir a la opinión de un especialista para encontrar un tratamiento adecuado al caso.

Cuidados básicos para conseguir una piel sana, joven y bonita

Para tener una piel bonita, es necesario tener en cuenta una serie de cuidados básicos. La piel de la cara y del resto de tu cuerpo se verán con mucha más vitalidad si incorporas a tus rutinas de belleza diarias los siguientes consejos. De esta forma, conseguirás que una piel sana, joven y bonita.

1 Limpia tu piel

Limpiarse la piel, sobre todo la de la cara, es imprescindible para que tenga el mejor aspecto. Hazlo por la mañana, nada más levantarte, y por la noche antes de ir a la cama. Utiliza el producto que más te guste, según tu tipo de piel: agua micelar, jabón, aceite, leche desmaquilladora, geles… Usa un algodón o gasa bien limpia para extender el cosmético por tu rostro.

Con este hábito conseguirás que la aparición de puntos negros o imperfecciones disminuya y tu piel luzca mejor. Además, conseguirás que los efectos de los tratamientos que lleves a cabo se acentúen y consigas resultados de una manera más rápida.

2 Hidrata, sin pasarte

Tan importante es hidratarse bien la piel de la cara como la del cuerpo. Es imprescindible para que esté completamente sana e hidratada, para ello utiliza una crema específica para las características de tu piel, por ejemplo, en el caso de las pieles grasas, se recomienda el uso de productos oil free.

3 Protege tu piel del sol

Para evitar manchas en la piel, protégela con crema de protección solar. El protector es esencial durante todos los días del año. Pero, ten en cuenta que ciertas dosis de sol en la piel, siempre de forma controlada y bien protegida, son necesarias para tener buenos niveles de vitamina D.

4 Cuida tu contorno de ojos

La zona alrededor de los ojos tiende a mostrar el paso de los años antes que otras zonas del cuerpo, debido a la falta de glándulas que retarda los efectos del tiempo. Échate todos los días crema, de acuerdo a tu tipo de piel, para el contorno de ojos para evitar que la sequedad haga que te salgan arrugas o manchas antes de tiempo.

5 Desmaquíllate siempre

Desmaquillarse es una de las rutinas de belleza que más pereza da siempre. Llegas a casa cansada, con ganas de sentarte en el sofá y, sin embargo, antes tienes que pasar por el baño. Saca ganas de donde sea y nunca te saltes esta limpieza.

En caso contrario, tu piel acabará sufriendo las consecuencias. Si mantienes siempre maquillados los poros de tu piel, no podrán respirar y acumularán suciedad, lo que provocará infecciones. Que no te extrañe si te empiezan a salir granitos por la cara y pierde todo su brillo.

6 La exfoliación es necesaria

Tampoco se te puede olvidar exfoliar la piel, al menos una vez a la semana. Sin embargo, debes encontrar el producto adecuado para tu piel, ya que hay cosméticos muy agresivos con la piel.

7 Duerme bien y haz ejercicio

Dormir bien durante la noche es importante para estar descansada al día siguiente, pero también para que tu piel se vea bien. Pero también es importante encontrar huecos en el día a día para hacer ejercicio para llevar una vida activa.

8 Bebe agua y vigila tu alimentación

Empieza a hidratar tu piel desde dentro, es decir, bebiendo agua. Se habla mucho de beber 2 litros al día pero lo cierto es que cada persona necesita una ingesta diferente, según su peso y actividad física. Además, recuerda llevar una dieta equilibrada y repleta de frutas y verduras.

¿Cuáles son tus secretos para conseguir una piel sana, joven y bonita? Déjanos tus rituales y trucos en los comentarios, estamos deseando leerte.

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