Di adiós a los codos secos: cómo mejorar 'la piel de cocodrilo'
La piel de carácter seco, agrietado y escamoso, que comúnmente se conoce como piel de cocodrilo, resulta una manifestación cutánea molesta desde un punto de vista estético. Cuando llega el bueno tiempo y empezamos a usar vestidos de verano, camisetas sin mangas o camisas de manga corta, nos suele dar bastante reparo el hecho de mostrar una dermis, aunque esté muy localizada, que se encuentre decolorada y recortada. En vez de realizar esfuerzos por tapar constantemente dicha área, podemos llevar a cabo diversos tratamientos con el objetivo de deshacernos de la anomalía y conseguir una piel mucho más suave y flexible.
Cuidados adecuados para la piel de los codos
Son muchos los factores que pueden generar la aparición de una piel áspera y seca en los codos. El aíre frío en invierno, potenciada su acción en aquellas zonas de climatología seca, puede empeorar la dermis que dispone una marcada tendencia a resecarse, haciendo que ésta se agriete y se irrite. Los jabones y los detergentes muy fuertes también pueden incitar reacciones cutáneas de este tipo, así como los baños o las duchas con agua excesivamente caliente.
En el caso de sufrir una patología crónica de la piel, como es el caso de los eccemas o de la psoriasis, resulta de mucha importancia la visita a un centro médico para que el especialista pueda recomendar un tratamiento adecuado a la dolencia sufrida. Sin embargo, en los casos en los que los factores ambientales o el uso de determinados productos condicionen un aspecto inadecuado de la piel de los codos, hemos de recurrir, en primera instancia, a una buena exfoliación. Para ello, podemos utilizar una esponja exfoliante o un producto cosmético orientado al tipo de piel adecuado.
También podemos tomar otro tipo de medidas para que la epidermis no se reseque en exceso, como es el caso de una hidratación correcta a través de la ingesta de dos litros de agua al día y el seguimiento de una rutina alimentaria sana y equilibrada. Resulta recomendable el uso, por otra parte, de humidificadores durante la temporada invernal con el objetivo de crear humedad en el ambiente y evitar este tipo de anomalías.
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