La depilación con hilo, la mejor opción para el vello facial

Uno de los mayores quebraderos de cabeza de las mujeres es la eliminación del vello corporal y facial. De ahí, que existan numerosas técnicas: cera, pinzas, láser o la depilación con hilo. La cera o el láser están muy generalizados para todo el cuerpo, como métodos temporales o definitivos. Pero, ¿qué pasa con el vello de la cara? La gran mayoría de las mujeres emplean pinzas o cera para eliminar los pelitos de cejas o labio, pero la técnica más adecuada y completa para eliminar el vello facial, sin duda, es la depilación con  hilo.

Se trata de un método ancestral, que se utilizaba en India y en Egipto y que consiste en eliminar el vello utilizando un hilo de seda o algodón, cuyos extremos se atan para formar un círculo. Después se tensa y se cruza varias veces para formar un aspa entre el cual se colocan los pelillos para arrancarlos. Desde luego, no se trata de una técnica fácil de llevar a cabo, sino que requiere de mucha práctica y destreza para hacerla correctamente. Por eso, es necesario ponernos en manos expertas y acudir a centros especializados en este método.

Seguramente la rapidez y la eficacia de la depilación con hilo sean las características por las que las mujeres que la prueban, suelen repetir, además de la poca inflamación que causa en las zonas depiladas.

Las zonas en las que más se suele practicar esta técnica son las faciales: cejas, entrecejo, labio, mentón, pómulos… Aunque se puede realizar en cualquier parte del cuerpo. Los especialistas suelen requerir la ayuda de la clienta para que tense la zona y así poder trabajar mejor, pues ellos tienen ocupadas las dos manos con los extremos de los hilos. Las ventajas de la depilación con hilo frente a otras técnicas son varias.

Ventajas de la depilación con hilo

+ Rapidez. Es mucho más rápido que las pinzas, por eso para la depilación facial, se tarda mucho menos porque de una sola pasada se arrancan de raíz varios pelillos. Por ello, el tirón se hace más llevadero.

+ Menos dolor. De todas las técnicas de depilación es la más indolora –esto no quiere decir que no duela nada y, sobre todo, dependerá de la sensibilidad de la persona y del tipo de pelo que queramos eliminar-.

+ Más duradera. La depilación con hilo es más duradera que otras técnicas, ya que evita que el pelo se parta y lo arranca de raíz por lo que tarda mucho más en crecer.

+ Debilita el vello. Progresivamente va debilitando en vello y haciendo que cada vez crezca más fino hasta desaparecer. Esto se consigue a base de constancia.

+ Menos agresivo. Por ello está especialmente recomendado para la depilación facial porque es mucho menos agresiva que cualquier otra técnica. Es por esto mismo, que también está aconsejado para las personas con mucha sensibilidad en la piel.

+ No es agresivo con el músculo. Al evitar tirones fuertes, no descuelga el músculo, algo especialmente indicado para el rostro, ya que no se producirá el descolgamiento producido por otras técnicas. Además, tiene un efecto peeling, por lo que actuará contra las líneas de expresión.

+ Precisión. No es necesario esperar a que crezca del todo el vello porque el hilo engancha los pelitos más cortos.

+ Compatible con tratamientos de la piel. Es compatible con los tratamientos que se estén llevando a cabo en la piel y no la irritará más.

Las técnicas ancestrales funcionaban a las mujeres de las antiguas civilizaciones y eran más naturales y menos invasivos que las actuales. ¿Por qué no van a funcionar en la actualidad? No existen inconvenientes, ni contraindicaciones para la depilación con hilo. Entonces, ¿a qué esperas para probarlo? Seguramente repetirás.

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