Tratamiento facial con lámpara wood para detectar imperfecciones

La piel es el órgano más grande del cuerpo, y por tanto el más expuesto, sobre todo en la cara. A diario recibidos el impacto del frío, el calor, el viento, la lluvia, el sol...además de otros factores que también nos desgastan, como el maquillaje o la contaminación. La lámpara wood es un novedoso recurso que nos ayuda a detectar estos problemas y corregirlos.

El tratamiento facial con lámpara wood es útil no sólo para tratar estos pequeños problemas, sino también otros más graves como las infecciones y manchas. Se trata de una prueba muy útil que nos ayudará a detectar problemas que nos hayan podido pasar desapercibidos o profundizar aquellos más graves para eliminarlos por completo.

Cómo usar la lámpara wood para cuidar la cara

La prueba de la lámpara se realiza en una habitación oscura, motivo por el que también se la conoce como “prueba de la luz negra”. Se enciende la lámpara de luz ultravioleta y se coloca a una distancia de la cara de unos diez o quince centímetros, y nunca se debe mirar directamente.

A esa distancia se pueden percibir los cambios en el color de la piel que indican un problema: por ejemplo, hay bacterias que muestran la piel de color rojo verdoso, y la infección del acné aparece como anaranjada. Una vez detectadas las zonas afectadas es más fácil aplicar los tratamientos adecuados para combatirla, e incluso si no hay ningún problema evidente nos permite ver si no se ha realizado una limpieza facial adecuada.

Por supuesto, para poder hacer esta prueba es necesario haber eliminado todos los restos de maquillaje y suciedad. Una vez realizada la prueba con la lámpara wood se puede completar el tratamiento con una limpieza facial profunda y aplicando una mascarilla adecuada a nuestro tipo de piel para hacer que se recupere y estimular la producción de colágeno y elastina.

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