Síntomas y tratamiento para un herpes facial

El cuidado facial es una tarea diaria, que nos asegura una mejor salud de la piel, que evita o suaviza las señales de envejecimiento y nos ayuda a tener un aspecto más saludable. A pesar de ello, hay enfermedades de la piel muy comunes que pueden arruinar nuestros esfuerzos si no sabemos cómo tratarlas adecuadamente.

El acné, los puntos negros, las heridas o el herpes facial son algunos de los problemas más comunes que puede sufrir nuestra cara. El herpes facial o herpes zóster es una infección vírica cuya principal característica es su capacidad para permanecer latente durante varios años, sin que se detecten los síntomas, por lo que resulta muy difícil de tratar o eliminar.

Cómo reconocer y tratar un herpes facial

El herpes puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero cuando surge en la piel de cara normalmente lo hace cerca de la boca, por lo que se conoce como herpes labial. La zona se enrojece y resulta dolorosa, pudiendo producirse llagas que forman rápidamente una costra grisácea, y en los casos más graves puede llegar a causar fiebre.

Las causas más comunes de la aparición del herpes labial son las derivadas del debilitamiento del sistema inmunológico, por causas como el estrés, alteraciones hormonales, irritación o quemaduras de la piel, o bien por contagio, ya que se trata de una de las infecciones más extendidas, alcanzando al 85% de la población mundial.

El tratamiento del herpes labial u oral consiste en aliviar las molestias producidas a la vez que se limita que se extienda la infección. Para ello lo más habitual es la aplicación de pomadas antivirales, o bien apósitos de pequeño tamaño que se colocan sobre la zona afectada. En los raros casos en que la infección es muy grave se aplican estos mismos medicamentos en vena, desapareciendo la infección a los pocos días, aunque nunca se llega a eliminar por completo.

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