Por qué nunca debes renunciar a tu propia vida estando en pareja

Muchas veces hemos planteado la posibilidad de que las relaciones de pareja se rompan por la propia forma en que son entendidas. Una pareja no debería suponer la pérdida de libertad ni la renuncia a tu forma de ser. Descubre por qué nunca debes renunciar a tu propia vida estando en pareja y nos referimos, siempre, a una pareja saludable.

A qué cosas no debes renunciar por una pareja

Aún queda gente que no se ha enterado y sigue jugando a las parejitas que se molestan el uno al otro, viviendo en una especie de guerra por ver quién tiene el poder o quién escapa a él. Queremos dejar claro que eso no es una pareja saludable, que es una pareja tóxica. Y queremos dejar muy claro también que hay cosas a las que no debes renunciar por una pareja.

No puedes renunciar a tu propia vida por una pareja es lo mismo que decir que no puedes renunciar a tu esencia por amor. Que no puedes arriesgarlo todo por un amor y que la apuesta por otra persona no puede ser a todo riesgo. Tu personalidad, tu esencia o tu propia vida no es algo a lo que debas renunciar.

Como tampoco debes renunciar a tu independencia por amor. La vida en pareja puede suponer un cambio de costumbres, lógicamente, pero es importante que sigas manteniendo a tus amigos, que sigas disfrutando de la vida sin la compañía permanente de tu pareja y que te sigas descubriendo a ti misma como ser individual.

Los sueños, tus sueños, tampoco entran dentro de esas renuncias por amor. Porque en realidad el amor no es renunciar a algo, sino incluir en tu vida algo más. Cuando el amor no enriquece tu vida, no es amor. Cuando el amor no suma, sino que resta, no lo puedes considerar amor y se trata de una relación que no solo no merece la pena, sino que además puede resultar peligrosa.

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