Por qué no casarte puede ser una gran decisión

Aunque aún falta mucho camino por andar, por suerte hoy no es necesario formalizar una relación de pareja a través del matrimonio. Eso no significa que tengamos que demonizar las bodas por pura modernidad, sino que celebramos la libre elección. No casarte puede ser una gran decisión y te contamos los motivos.

Motivos para no casarte

Seguramente haya tantos motivos para casarte como para no hacerlo, la diferencia está en que en las malas tendrás menos motivos de arrepentimiento si no lo haces. Pero no nos vamos a poner en lo peor y no vamos a pensar en las ventajas de una separación frente a un divorcio porque seguimos creyendo que hay relaciones para toda la vida.

Esas relaciones para toda la vida, esas parejas felices que duran y duran años no tienen por qué casarse. Las bodas como festivales circenses no son de obligado cumplimiento y tampoco una boda en secreto o una boda sin invitados. Sencillamente nada de eso es necesario para que dos personas se amen, se comprometan y formen una familia.

Motivos evidentes para estar en contra del matrimonio son los clásicos trastornos burocráticos que supone una boda. Por no hablar del gasto económico que implica una boda tradicional, así como los nervios y estrés de estar organizando un evento durante unos cuantos meses. Y también hay motivos para no casarse menos evidentes.

Motivos personales que te llevan a entender las relaciones de forma diferente, tu visión particular. Y la de tu pareja. En el amor todo debe estar bien claro desde el principio, lo que no quiere decir que tenga que estar por escrito. Porque la confianza en una pareja no nace de un intercambio de anillos o de unas firmas estampadas, sino del esfuerzo diario de vivir un proyecto de vida en común.

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